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Test drive

Citroën DS4 a prueba

Manejamos el segundo integrante de la familia "aspiracional" de Citroën, que tiene mucho de creative y de technologie.

Citroën DS4 a prueba

Antecedentes

Citroën decide seguir una política de diferenciación creando una línea distintiva, llamada DS, nombre del revolucionario modelo lanzado en 1955, que hizo debutar las famosas suspensiones neumáticas, entre otras tantas innovaciones.

La avanzada aspiracional comenzó por el segmento compacto con el DS3 y continuó en la gama mediana con el DS4, a los que se sumó en Europa el DS5 entre los modelos grandes. En todos los casos se destaca la aproximación poco convencional, puntualmente en el DS4 combinando tres términos que suenan antagónicos, ya que la marca lo presenta como una coupé de cuatro puertas elevada. Aquí analizaremos si este mix realiza un aporte superador o si el DS4 sufre de una crisis de identidad.

 

Técnica y mecánica

La línea DS se basa en los modelos del mismo segmento de la gama Citroën, el DS3 es hermano del C3 y el DS4 comparte plataforma con el C4, también utilizada en varios modelos del Grupo PSA Peugeot Citroën como los 308, 408, 3008, 5008, C4 Picasso y Grand Picasso. Así encontramos esquema tipo McPherson adelante y barra de torsión atrás. Este punto puede ser cuestionable ya que el modelo podría contar con esquema multibrazo en el tren posterior.

El impulsor es el conocido 1.6L turbo ya utilizado en el DS3 y varios modelos del Grupo PSA. Aquí está asociado a la nueva transmisión automática de 6 velocidades y se ofrece en su versión de163 CV y 240 Nm de 1.400 a 4.000 rpm. Teniendo en cuenta que su hermano menor, el DS3, ofrece la misma potencia, podría contar con la variante de 200 caballos, como en el Peugeot 308 GTi, para pelear directamente con los actuales medianos GTi (ver comparador al pie de la nota).

 

Diseño diferenciador

Ya mencionamos la triple identidad del DS4, algo que se define desde dos o tres puntos claves del diseño. Por el lado deportivo está el techo en marcada caída hacia la zaga, tendencia reforzada por la línea de ventanillas con declive aún mayor, la luneta inclinada hacia el frente y el alerón que actúa como visera. También están los guardabarros marcados por nervaduras de tensión, especialmente en los posteriores donde crea ancas de estilo coupé.

En el aspecto “coupé cuatro puertas” el efecto se logra camuflando el pilar central y mediante el grueso marco de las ventanillas que pasa sobre la unión de las puertas traseras y la carrocería, haciéndolas desaparecer visualmente. Acompañan las manijas de apertura empotradas en el ángulo final. El resultado es de los mejores entre la nueva generación de estos cuatro puertas con alma de coupé. Si Citroën hubiera utilizado ventanillas sin marcos habría rozado la perfección.

El único aspecto que desentona aquí es el de la carrocería elevada, donde resulta complicado saber si el despeje alto tiene que ver con una pretensión aventurera o necesidades de circular en nuestro asfalto. Esto desentona con el resto de la estética del modelo que tiene interesantes aportes de elegancia y velocidad incluyendo LEDs delanteros, decorados en negro brillante, llantas de 18” con diseño vanguardista-aerodinámico, luces posteriores de aire germano y un trazo cromado en la zaga que imita dos salidas de escape.

 

Equipamiento diferenciador

Además de la estética exterior, el DS4 cuenta con algunas amenities rara vez vistas en este segmento. Un ejemplo es el aviso de punto ciego, una pequeña luz que se enciende en la punta del retrovisor indicando que hay un vehículo en la zona que el espejo no lo puede mostrar. Si bien no es una novedad absoluta, es realmente útil, tanto en tránsito cargado como en ruta, permitiendo hacer cambios de carril con total seguridad sin tener que mover la cabeza para ver hacia esos ángulos ciegos.

El control y limitador de velocidad es un equipamiento típico de Citroën, pero en este caso cuenta con velocidades “preseteadas” por el usuario que podemos escoger en situaciones con distintos límites de velocidad (avenidas, autovías, etc.) para evitar multas.

Las butacas cuentan con regulación manual pero ofrecen regulador eléctrico lumbar y un botón que aprovecha esta función para hacernos un masaje en la base de la espalda. El estéreo Hi-Fi remata el ambiente con excelente calidad de sonido.

Pero la verdadera diferencia del DS4 no está en los chiches, sino en un cambio estructural: el parabrisas panorámico que se extiende más arriba que en cualquier otro auto, exceptuando al de la familia C4 Picasso. Mientras los techos acristalados son disfrutados solo por quienes viajan en la segunda fila, esta solución finalmente beneficia al conductor y a su acompañante.

 

Interior

Se nota que Citroën trabajó fuertemente en la percepción de calidad del DS4. Se puede criticar el decorado símil metal cuya naturaleza plástica es notoria, pero todas las superficies son suaves, los plásticos acolchados, el cuero del volante no tiene nada que envidiarle a un Audi (referente en este aspecto) y los encastres están cuidados. La combinación de negro y blanco en los tapizados de cuero polariza opiniones.

El diseño alto de la consola central está más a favor de la arquitectura elevada que del estilo coupé. El tamaño XL del volante también juega en el mismo sentido, sin embargo habilita una serie increíble de controles y permite la correcta visión de un cuadro de instrumentos conformado por tres grandes medidores circulares con pantallas al centro. Se puede cambiar su iluminación desde el blanco hasta el azul profundo y también se puede escoger entre cuatro sonidos para indicadores como los de giro, dos tradicionales y el resto muy graciosos.

El espacio en las plazas traseras es correcto para dos adultos, solo escaso en altura. La única contra está en las puertas traseras cuya boca de acceso es algo estrecha. Además, las ventanillas traseras no se pueden abrir, ni bascular. Esta limitación impuesta por el diseño solo puede ser aceptada si pensamos en el DS4 como una coupé.

 

Manejo

La postura alta detrás del volante concuerda más con un hatchback mediano que con un deportivo. La visibilidad está comprometida por el grueso pilar posterior, con inmensos espejos y sensores de estacionamiento adelante y atrás saliendo en ayuda del conductor.

Antes nombramos la importancia psicológica de mostrar en la ficha técnica 200 CV y no 163 caballos. Decimos psicológica porque ya probamos las capacidades y elasticidad de este 1.6L Turbo en modelos mucho más grandes del Grupo PSA. En el DS4 logramos hacer un 0 a 100 km/h en los 8.6 segundos declarados por Citroën. Pisándolo a fondo es explosivo hasta los 160 km/h y luego sigue acumulando rápidamente velocidad hasta los 190 km/h cuando inserta la 6°.

En cuanto al confort de marcha, se aprecia la dureza del perfil bajo del caucho y la buena predisposición de las suspensiones para absorber imperfecciones. En ruta, a 120 km/h (116 km/h reales) viaja a 2.500 giros, apenas se aprecia un rumor aerodinámico y requiere 13.0 km/L. La sociedad con la caja automática aumenta la sensación de serenidad con un paso de cambios imperceptible, aprovechando siempre las buenas dosis de torque a disposición.

En curvas de mediana velocidad y retomes se nota el agarre del calzado 225/45, que siempre termina claudicando en un sano subviraje, antes de que los controles de tracción y estabilidad hagan su trabajo para retomar el orden. El tacto de la dirección es suave, con adecuado endurecimiento en velocidad, y el pedal de freno tiene un recorrido correcto y activa un equipo potente.

 

Conclusiones

Buen hijo del espíritu innovador de Citroën, el DS4 es un mediano difícil de catalogar. Inicialmente es el hermano del nuevo C4 europeo, pero con cualidades extra, tanto de lujo como de estilo. En este aspecto, la descripción que hace la marca del modelo -coupé de cuatro puertas elevada- no es lo más destacado, sino los aspectos tangibles como el parabrisas panorámico, único en su segmento.

Esta polivalencia de personalidad que le atribuye Citroën, se traduce en la práctica en un auto bien balanceado: rápido pero confortable, sin problemas para el uso cotidiano, e ideal para recorrer grandes distancias y llegar fresco. Si busca algo más radical este no es el modelo indicado, si busca un producto más “redondo” encontrará en el DS4 una buena propuesta.

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda