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El CES 2017 y un pantallazo hacia el futuro

El Consumer Electronic Show de este año estuvo copado por los avances del mundo automotriz.

El CES 2017 y un pantallazo hacia el futuro

Desde ya hace unos años, el Salón de Detroit no es más el inicio de las actividades de la industria automotriz. Ese papel lo cumple el Consumer Electronic Show (CES) que se lleva a cabo unos pocos días antes del emblemático NAIAS. El CES, que para algunos debiera ser conocido como Car Electronic Show debido a la inmensa presencia de la industria automotriz, es también la feria de tecnología más importante del mundo. Este año cumplió medio siglo y acá podés ver un recorrido desde los primeros televisores a color hasta la realidad virtual y asistentes personales artificiales de nuestros días.

Durante los primeros días del año, Las Vegas es tomada por completo por la industria de la tecnología y su feria de proporciones colosales. El Las Vegas Convention Center, con sus cientos de miles de metros cuadrados, ya queda chico para albergar a las más de tres mil marcas, fabricantes y emprendedores que exponen sus productos e ideas, Y el Aria, Wynn, Westgate y muchos otros complejos hoteleros también son utilizados en el evento.

La idea es simplemente genial. Organizar una mega feria que atrae cerca de 200 mil asistentes, en una ciudad que cuenta con una gigantesca infraestructura adecuada y de primer nivel, todo concentrado en un radio de 10 km, que cuando terminan las largas jornadas de exposición ofrece una variedad de opciones de entretenimiento que sólo la Ciudad del Pecado es capaz de ofertar.

Durante los días del CES, (más bien las noches) es normal ver toneladas de gente con la insignia del evento disfrutando ya sea de un Show del Cirque du Soleil, probando suerte en alguno de los incontables casinos o bien simplemente disfrutando de una caminata por The Strip, ese pedazo de 6.4 km de Las Vegas Boulevard donde se ubican los grandes y más conocidos hoteles y restaurantes.

¿Más relevante que el Salón de Detroit?

Mientras tanto en Detroit, la industria automotriz norteamericana se preparaba para dar inicio a un episodio más del NAIAS, todavía sin saber que se trataría de una de las ediciones más politizadas en la larga historia del evento. Todo gracias a la llegada de Trump al poder y su incesante ola de amenazas a cualquiera que pretenda vender un automóvil en Estados Unidos que no haya sido fabricado allá.

En el CES, la industria automotriz nos mostraba sus últimos avances en materia de conducción autónoma, autos eléctricos y superconectados. El CEO de la alianza Renault - Nissan, Carlos Ghosn fue uno de los conferencistas clave del evento, anunciando con bombos y platillos la creación de una estrategia denominada Nissan Intelligent Mobility, que en pocas palabras se reduce a un futuro de autos eléctricos y cero accidentes fatales. Dentro de esta estrategia, Nissan presentó una tecnología desarrollada en conjunto con la NASA y que la agencia emplea para controlar de forma remota y bajo ciertas circunstancias extraordinarias al Curiosity. El Seamless Autonomous Mobility (SAM) consiste en la existencia de un operador remoto que le permitiría a un vehículo autónomo superar situaciones cuya inteligencia artificial no estuviera preparada para hacerlo en estos momentos. Según Ghosn, esta tecnología adelantará en al menos una década la presencia de los vehículos totalmente autónomos en las ciudades.

A la par, Toyota presentaba el Concept-i que no solo plantea conducción autónoma y eléctrica, sino la presencia de inteligencia artificial que transforme al auto en una especie de compañero de viaje y Honda nos presentaba como podrían ser las cabinas de sus autos en un futuro no muy lejano, así como una moto que se auto nivela y por lo tanto no se cae. No nos olvidamos de Chrysler y su Portal Concept, una minivan creada por y para los millenials.

Faraday Future nos presentó el FF 91, su primer auto de producción. Una gigantesca mezcla entre una SUV y una coupé 100% eléctrica y que se autodenomina como el auto más rápido del mundo logrando el 0 a 100 en 2,6”. Marca que nos hace pensar que quizás tienen razón. Es claro que Faraday tiene sus cañones apuntados contra Tesla y el FF 91 que se ve mucho mejor terminado de lo que se esperaba con sus más de mil caballos de fuerza tendría que ser un duro rival para el Model X.

Por último Hyundai, Mercedes-Benz e incluso Panasonic, NVIDIA y Bosch presentaron ideas sobre la manera en que visualizan el futuro del automóvil y nuestra interacción con el mismo. Es que el CES nos dio un vistazo muy sustancioso sobre lo que veremos entre los próximos 10 o 20 años en el automóvil. El NAIAS hizo lo mismo, pero para los próximos meses, o un par de años cuanto mucho.

Una cosa es cierta, y es que los autos del futuro serán eléctricos, se convertirán en una extensión de nuestra oficina y casa tanto para funciones de trabajo como de entretenimiento y tendrán una interacción completa con todos los aspectos de nuestra ajetreada y conectada vida. También veremos mucha más colaboración entre fabricantes de automóviles y empresas de tecnología, es decir la era de las alianzas como Microsoft – Nissan y Amazon - BMW apenas está comenzando.

los autos del futuro serán eléctricos, se convertirán en una extensión de nuestra oficina y casa

Encuentro con un vehículo autónomo

Recorrer por completo el CES es abrumador. Perderte entre incontables stands que tienen una infinidad de accesorios para teléfonos inteligentes es muy fácil. Son tantos que llega un punto en que notar la diferencia entre unos y otros se vuelve casi imposible. O bien  se puede terminar recorriendo el espacio destinado para los drones, en donde se pueden ver unos tan pequeños como tu teléfono, cuya única función es despegar para tomarte una mejor foto de lo que tú en el momento más inspirado podrías lograr con un “palito de selfie”, y tan solo unos pasos después ver otro tan grande que puede albergar a dos tripulantes adultos. Así de gigante es la variedad en el CES.

Y si bien no soy un experto en materia de gadgets y tecnología, sí te puedo decir que de entre tal cantidad de novedades, lo que más me sorprendió fue una TV 8K de LG, más delgada que un iPhone 7. También un aparato SONY capaz de transformar cualquier superficie plana en una pantalla táctil. Sin mencionar lo dominante que aparentaba ser Amazon sin siquiera tener presencia oficial, todo gracias a su asistente personal Alexa que parecía estar en todas los parlantes, televisiones y demás aparatos imaginables.

Luego de recorrer el CES de extremo a extremo y darme cuenta que ahora los smartphones han dejado de ser la novedad más importante, faltaba por visitar el stand de BMW, ubicado afuera del centro de convenciones, en una parte del estacionamiento. Y es que entre otras experiencias, la firma bávara permitía a los asistentes dar una vuelta al recinto en sus bestiales M6 o M4, eso sí, sólo si eras de los afortunados que tuvieron el privilegio de conseguir uno de los cotizados lugares.

Al interior, la estrella de la exhibición de la marca bávara era una escultura denominada “i Inside Concept”, que exploraba los interiores del futuro automóvil según BMW. Para no entrar en muchos detalles, era realmente más parecido a una sala de televisión que a un habitáculo de auto, sobre todo para los pasajeros de atrás. Sin embargo, en la consola central se encontraba el espectacular HoloActive Touch, dispositivo que lleva los controles por gestos al siguiente nivel. El mismo consiste en una proyección holográfica con la que se puede interactuar. Era como ver el mensaje en holograma de Leia a Obi-Wan convertirse en realidad. Y aún faltaba lo mejor…la oportunidad de probar un BMW Serie 5 con funciones autónomas de tercer nivel.

 

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