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Manejamos el nuevo Peugeot 301

Durante su lanzamiento en Argentina tuvimos oportunidad de andar por ciudad y autopista con las versiones naftera y diésel.

Manejamos el nuevo Peugeot 301

Peugeot regresa al segmento de los sedanes compactos, lugar que dejó vacante con el 207 Compact de tres cuerpos, pero ahora promete dos cosas, nueva plataforma y vehículo diseñado como sedán desde el inicio. Y además llega con el rediseño aplicado recientemente al modelo a nivel global.

Low cost made in Europa

El Peugeot 301 tiene una peculiar combinación, por un lado es un modelo producido en Europa (Vigo, España, para ser preciso) y comparte plataforma con los 208, C3 y su mellizo el C-Elysee. En el otro rincón, apunta a mercados emergentes, lo que quiere decir que no es un modelo con todo el refinamiento propio del Viejo Continente.

¿El resultado? Todos los plásticos del interior son duros al tacto, el volante solo se regula en altura y los comandos de las ventanillas vuelven al torpedo central, claros indicadores de ahorro en el departamento de costos.

La contracara es una sensación de buen armado, con encastres prolijos y una construcción que parece más sólida que en muchos compactos made in Mercosur. Además, hay grandes apliques de decorado que mejoran la sensación de calidad, en gris metálico en los Allure y en negro piano en el Plus. Completan biseles en metal mate y un volante de base plana con símil cuero e inserto en piano en el más equipado.

¿Pantalla o auto?

Curiosamente, las versiones “base” Allure tienen el viejo estéreo del grupo PSA con display naranja y solo los Allure Plus ofrecen pantalla táctil con navegador, cámara de retroceso y Mirror Link. Lo de curiosamente se debe a que hoy en día hay muchos autos que se olvidan de ser buenos como autos, pero no dejan de ofrecer grandes pantallas como anzuelo para sus clientes, ¿será que Peugeot apunta a un público más adulto, o que invirtió plata en hacer del 301 un buen auto?

Nafta, manual

Nos pusimos al comando del Peugeot 301 nafta con un 1.6L 16V de 115 CV y caja manual de 5º. En ciudad no descolla por su velocidad, pero tiene el empuje necesario permitiendo cortar cambios a bajas vueltas para ahorrar combustible.

La dirección tiene volante grande (otra gran diferencia con los nuevos Peugeot mainstream) y la asistencia eléctrica es correcta, sin sobrepasarse aún a bajas velocidades. El confort de marcha es elevado, solo con algunas notas secas provenientes de los neumáticos presumiblemente sobreinflados y del tren trasero preparado para soportar el baúl de 506 litros lleno.

En ruta tenía miedo que al solo tener 5º fuera muy enroscado, pero viaja a 120 km/h con 3.250 rpm y la cabina está bien insonorizada ya sea del motor como del exterior con doble burleteado de puertas. Acá se siente más la falta de potencia, especialmente en sobrepasos, porque si le damos un poquito de carreteo puede irse bien lejos de los límites legales.

301 HDi, el reinado del torque

Al regreso tomó el volante nuestro colega Sergio Cutuli. Apenas arrancó, la carraspera del motor diésel (el mismo de la Partner HDi) se hizo presente, pero la temperatura y la cabina carrada trabajaron como miel afinando su garganta.

En ruta a 120 km/h viajaba con 2.500 rpm y no se percibía su naturaleza gasolera, salvo a la hora de pisar el acelerador cuando sacaba a relucir sus 230 Nm de torque, cifra superior a un 2.0L nafta de aspiración natural. En ciudad pasaba lo mismo, cada vez que Sergio apretaba el acelerador sobre las 1.500 vueltas, salíamos disparados a la próxima bocacalle.

Más Info.

Hasta acá te contamos las experiencias que dejó el Peugeot 301 en este primer contacto donde pudimos apreciar esa combinación de enfoque low cost con manufactura europea. Si querés saber más sobre equipamiento, gama, etc., hacé click acá y lee la nota de presentación. Sino, abajo te dejamos el video que transmitimos en vivo por nuestro Facebook durante el lanzamiento.

 

Manejamos el nuevo Peugeot 301

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