Vendé tu auto
Novedades

El FIAT 500 llega al MoMA

El icónico auto italiano será parte de la exhibición permanente del museo neoyorquino.

El FIAT 500 llega al MoMA

El FIAT 500, “el auto más querido de la historia de FIAT”, según cuenta la propia marca, está de fiesta. Sucede que este modelo icónico cumple 60 años y para hacer más distintivo su diseño, el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York decidió incluirlo en su colección permanente. "El Fiat 500 es un icono de la historia del automóvil que alteró profundamente el diseño y la producción de automóviles", fueron las palabras de Martino Stierli, parte de la curaduría del MoMA. "La inclusión de esta obra maestra sin pretensiones en nuestra colección nos permitirá ampliar la historia del diseño del automóvil tal como la cuenta el Museo", agregó.

Del lado de la marca, las palabras también fueron de alegría. Oliver François, director de FIAT, manifestó que el FIAT 500 “nunca ha sido sólo un auto. En sus 60 años de historia, el 500 ha trascendido su manifestación material para entrar en el imaginario colectivo y convertirse en un icono, que ahora tiene el honor de haber sido certificado como tal al haber sido adquirido por el MoMA, como homenaje a su valor artístico y cultural”.

En rigor, el auto que será exhibido en el museo neoyorquino es un 500 Serie F, la versión más vendida del auto en sus 60 años, siendo producida entre 1965 y 1972. Su motor de 500cc con 18 CV y la velocidad máxima de 95 Km/h le bastaron al pequeño italiano para ser un éxito. A lo largo de las seis décadas de vida (en realidad la producción original comprendió el período entre 1957 y 1975), fueron más de 4 millones los FIAT 500 realizados por la marca turinesa.

Referente del diseño y la innovación industrial, el FIAT 500 tuvo un nuevo impulso a partir de la llegada de la nueva generación en el año 2007, que introdujo ediciones especiales y versiones descapotables. Catorce países de Europa lo tienen entre los tres más vendidos y su popularidad se traslada ahora al campo artístico, ganándose un lugar especial entre las numerosas obras que descansan en el MoMA.

 

Federico Treguer recomienda