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Test drive

Prueba nueva Chery Tiggo

Llega con cambios estéticos, en el interior y de equipamiento, aquí vemos cómo funciona en la ciudad y en la ruta.

Prueba nueva Chery Tiggo

 

Por un lado, Chery cuenta con el estigma de ser una marca china, y por el otro, produce autos en el Mercosur, que tampoco es el máximo estándar de calidad global. Para ser lo más imparciales posible (aunque siempre se filtra el gusto personal) decidimos evaluar a la nueva Tiggo cotejándola con los productos de la región y teniendo en cuenta que uno de sus objetivos es lograr siempre un precio ultra competitivo.

Los rivales serán la Renault Duster y la nueva EcoSpport que dio un gran salto en calidad. Si bien la Tiggo parece más grande, en efecto, es apenas más larga que la SUV de Ford, y más pequeña que la camioneta del rombo en todas las dimensiones menos la altura.

 

Estructura y seguridad

La renovada Tiggo sigue equipando el mismo 2.0L 16V de la generación original, que entrega 135 CV a 5.500 rpm y un torque modesto de 180 Nm a 4.000 giros. La tracción es delantera y rápidamente se sumarán las versiones 4x4 y 4x2 automática. La suspensión trasera independiente se diferencia del clásico brazo arrastrado con barra de torsión utilizado por las versiones de tracción simple de sus competidores.

Los frenos posteriores son de disco y hay ABS. Rematan un par de airbags delanteros, cinturones de tres puntos y apoyacabezas en todas las plazas y fijaciones del tipo ISOFIX.

 

Diseño exterior

Los principales cambios, como en casi todo rediseño, se centran en el frontal. Ahora tenemos faros con máscara cristalina, sistema lenticular y sobre todo, LEDs, un accesorio obligado para estar a la moda. Los diosos solo se encienden cuando se saca el freno de mano y mientras no estén prendidas las luces bajas, por eso desde aquí rogamos que la estupidez no domine y de noche enciendan las luces bajas, en lugar de dejarlas peligrosamente apagadas para hacer “facha” con los LEDs y los rompenieblas.

El capot ahora tiene formas más marcadas y redondeadas que se complementan con la nueva parrilla y el rediseñado paragolpes. Atrás casi nada cambió excepto las ópticas, ahora alimentadas por LEDs.

 

Interior

En la cabina hay nuevos tapizados, que no lucen tan endebles como los del QQ, pero el principal cambio está en la parte central del tablero. En lugar de la ancha sección original, con remates angulosos, ahora hay una consola angosta que fluye desde arriba hacia la zona de la palanca de cambios. Las bocas de ventilación, estéreo y perillas de climatización siguen en el mismo lugar, pero ahora el look es mucho más estilizado.

La consola central ahora es completamente horizontal y los materiales se corresponden a los autos de los 90s, o a los autos compactos del Mercosur. Eso sí, durante la prueba algunas cosas, como por ejemplo la tapa de la bocina, vibraban produciendo incómodos “grillos”. Esto tiene que ver con una falta de trabajo fino en todos los detalles, algo que se aprecia en juntas como la tapa del airbag del acompañante. Rematan el volante que suma comandos para el estéreo y unos agradables decorados que simulan metal cepillado.

 

Comportamiento dinámico

En ciudad la Tiggo es confortable, tiene buena reacción y un radio de giro muy favorable. La palanca de cambios tiene un tacto mecánico, recorridos longitudinales muy largos y el alto apoyabrazos central -que también oficia de guarda objetos- molesta a la hora de colocar 2ª y 4ª. El consumo es lógico, la visibilidad buena, sumando en el retrovisor interno brújula, barómetro y altímetro (desconectables) y sensores de estacionamiento posteriores que indican la distancia en metros en la pantalla del cuadro de instrumentos.

Aún sin contar con regulación en profundidad para el volante, la posición de manejo correcta se alcanza fácilmente. Detrás del volante se aprecia un nuevo cuadro de instrumentos de diseño simple, claro y con cierta rusticidad en la tipografía de la pantalla.

En ruta, la cantidad de ruido que llega a la cabina de la Tiggo es aceptable hasta los 120 km/h del velocímetro (113 km/h en el GPS); luego de este régimen la aguja del tacómetro se va muy arriba y el ruido ya invade el habitáculo. La estabilidad en recta es correcta, pero ante el primer movimiento algo brusco del volante la carrocería se inclina más de lo esperado.

En curvas el rolido es muy pronunciado y si se pasa rápido y acelerando la rueda interna pierde todo el agarre. Inclusive en la sesión de fotos, y provocando al SUV de Chery, la tendencia fue pasar del subviraje a salir de la curva sacando la cola.

 

Conclusiones

La renovada Chery Tiggo luce mejor y más moderna, tanto por fuera como por dentro. Siempre que la evaluemos tenemos que tener en cuenta el precio final de USD 23.500, inferior a una EcoSport 1.6L S (base) y las Duster Confort Plus 1.6L y Luxe 2.0L.

Esto nos deja en un SUV relativamente compacto, con grandes necesidades de mejorar en el ensamblado, poco agarre y falta de control de la carrocería en velocidad, pero con ABS, dos airbags, todos los cinturones de 3 puntos, buen espacio en la cabina y el área de carga. Si el objetivo es viajar rápido o divertirse al volante, entonces no es una buena opción, pero si sos un volante relajado, entonces se justifica.

Hernando Calaza. Fotos: Ezequiel Las Heras recomienda