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Test drive

Manejamos el nuevo Chevrolet Camaro

La mejora más significativa se percibe en el interior.

Manejamos el nuevo Chevrolet Camaro

Detroit, Michigan. Chevrolet se encuentra en un profundo proceso de transformación, el primer abanderado de esta reinvención de la marca norteamericana es sin duda el Corvette Stingray (ver prueba exclusiva de Autocosmos) que mejoró a su antecesor en varias áreas incluyendo calidad de ensamble y de materiales.

Pero, ¿qué tiene que ver el Corvette con el vehículo que hoy nos ocupa?

Bueno, al ser el buque insignia de Chevrolet, el Corvette C7 es una muestra de cuanto están por mejorar los vehículos de la marca conforme se vayan renovando. Ahora nos toca hablar del nuevo Camaro, la sexta generación del acérrimo rival del Ford Mustang.

El nuevo Chevrolet Camaro emplea una nueva plataforma derivada de la del Cadillac ATS, lo que se traduce en un 28% más de rigidez y 90 kilos menos. Además, ofrece de serie la suspensión adaptativa en tiempo real Magnetic Ride.

En el interior hemos podido constatar lo que prometían las fotografías oficiales, las superficies son suaves al tacto y todo lo que vemos se percibe de mejor calidad. La teatralidad en todo el habitáculo se mantiene y se nota además la adición de tecnologías de última generación, destacándose la pantalla táctil de 8” con sistema MyLink. Hay otra a pantalla a color que entrega información diversa en el cluster de instrumentos que va flanqueada por cuenta revoluciones y velocímetro analógicos. Las salidas de aire centrales, que también sirven para controlar el climatizador, también aportan para fortalecer esa experiencia premium que ofrece ahora la cabina de este nuevo Muscle Car.

Eso sí, cabe señalar que la visibilidad hacia atrás sigue siendo limitada.

 

Comportamiento dinámico

Chevrolet montó un circuito de primera en el Belle Isle Park, un hermoso parque ubicado en una isla en el Río Detroit que se ubica justo entre EE.UU. y Canadá. Y cuando me refiero a un circuito de primera, no estoy hablando de una extraordinaria pista digna de la F1, sino a una rutita en la que no estaba permitido superar las 25 millas por hora (40 km/h), por lo que no era posible pasar siquiera a segunda. Debido a lo anterior fue imposible conocer las capacidades deportivas del nuevo Camaro que estaba disponible solamente en versión V6 con el 3.6 litros de 335 caballos.

Pese a lo anterior no podemos negar que el primer contacto con el Camaro ha resultado interesante y positivo, puesto que hemos podido constatar la enorme mejora en el interior, así como el hecho de que ofrece  un aislamiento acústico más pulido y que se percibe muy bien construido. Falta una oportunidad de manejarlo a velocidades que supongan un reto mayor y conocer las capacidades de la variante SS que emplea el V8 de 455 CV, pero en primera instancia parece que la pelea entre el Mustang y Camaro que se avecina será todavía más emocionante.

 

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