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Prueba nuevo Renault Sandero

El hatchback del rombo cambió de cara, ¿se habrá convertido en un mejor auto?

Prueba nuevo Renault Sandero

El Renault Sandero es un modelo global del rombo, que en varios países se comercializa con la marca Dacia, y está destinado a mercados “emergentes”, es decir para cuyos consumidores sería prohibitivo pagar el precio de un auto más refinado como el nuevo Clio IV. Esto se vio claramente en su estética, que si bien era más elaborada que en el Logan, resultaba simple y sin detalles elaborados.

Ahora, el Sandero recibió una renovación profunda que tocó toda la estética, tanto exterior como interior, pero conservando la misma base y mecánica. ¿Será suficiente esta profunda pasada en limpio para transformarlo en un mejor auto?

 

Mecánica y seguridad

El renovado Renault Sandero conserva la misma plataforma que el modelo anterior, esto quiere decir que milímetro más, milímetro menos, tiene las mismas generosas medidas para el segmento compacto.

Las suspensiones se mantienen McPherson adelante y de brazos arrastrados con barra de torsión atrás. Los motores siguen siendo los conocidos 1.6L de 8 y 16 válvulas que ofrecen 85 y 105 CV, en ambos los casos unidos a una caja manual de 5 velocidades.

En seguridad recibe los obligatorios airbags frontales y ABS, pero no incluye anclajes ISOFIX, ni cinturón trasero central de tres puntos.

 

Diseño e interior

Acá el cambio es total y a decir verdad, muy positivo. Puede gustarte o no, pero no se puede negar que el Sandero ahora luce actual y sólido. Las claves están en el uso de superficies lisas, faros delanteros grandes y rectos, algunas líneas de expresión que definen guardabarros y zócalos, y secciones curvas como en el borde delantero del capot o el portón trasero.

Completa la estética del nuevo Sandero la nueva imagen de Renault con la gran boca negra y el inmenso rombo en forma de colgante de rapero, a la que se suman el tramado en panel de abeja en la parrilla inferior y -en el caso de la unidad probada Privilege Pack- los generosos marcos cromados de los rompenieblas.

El interior también luce completamente renovado y con un aspecto sólido, de líneas simples coronadas por la sección central de marco metalizado y negro piano que envuelve a la pantalla táctil de 7”. En el caso de la unidad probada, también agrega status el diseño del climatizador y el volante multifunción en cuero. Remata el nuevo cuadro de instrumentos con tres cuerpos circulares de borde cromado.

 

Equipamiento y practicidad

El espacio sigue siendo una de las cartas fuertes del Renault Sandero, así como el baúl de 320 litros. En cuanto al equipamiento, la historia es diferente.

Lo curioso de la dotación de confort y seguridad no es lo que trae, sino los faltantes o la disposición de algunos controles; por ejemplo, no hay opción de airbags laterales, el control de velocidad crucero y el limitador de velocidad se encienden en la consola central pero se controlan desde el volante, las ventanillas no cuentan con one touch, los controles para el conductor de los vidrios traseros están separados de los delanteros y los levantacristales dejan de funcionar en el instante que sacamos la llave del tambor.

En el lado positivo, el nivel de la dotación de la unidad probada es muy bueno, con cuero (sintético) en butacas y volante, climatizador automático, control de velocidad crucero y sistema MediaNav que incluye Navegador, un interesante medidor de conducción ecológica (también tiene aviso de paso de cambio en el cuadro de instrumentos) y toda la conectividad conocida en una pantalla fácil de utilizar.

 

Comportamiento dinámico

En marcha, el renovado Renault Sandero es muy similar a su antecesor, la posición de manejo idónea es fácil de lograr aún sin regulación de profundidad de volante, la dirección tiene un tacto “grasoso”, por decirlo de alguna manera, y la palanca de cambios ofrece recorridos largos.

El empuje del 1.6L 16V es bueno en ciudad, no se siente particularmente rápido, pero tiene empuje para cortar cambios a aproximadamente 2.500 rpm cuando normalmente se enciende el aviso en el tablero o para infiltrarse en el tránsito dándole libertad a la aguja del tacómetro. Si elegimos el primer modo de manejo, podemos lograr consumos urbanos de 11.7 L/100km (8.5 Km/L).

A 120 km/h (114 km/h reales) el motor gira a casi 3.500 y consume aproximadamente 7.9 L/100km ( 12.6 Km/L). A partir de esta velocidad la aislación acústica comienza  perder la batalla por impedir que el ruido mecánico ingrese en la cabina.

Una diferencia respecto del Sandero anterior son las suspensiones cuyo calibrado se siente más firme, saliendo del enfoque puramente confortable para asumir un compromiso con la dinámica. Este cambio unido a neumáticos 185/65 en llantas de 15” logra que sea algo seco en ciudad, especialmente el tren trasero, pero que en ruta se sienta bien plantado.

 

Conclusiones

El Renault Sandero ha dado un gran salto hacia adelante, tanto en la estética exterior, como en la interior; no llega a ser el más "fachero" del baile, pero ahora tiene las herramientas de seducción correctas. Por otro lado, aún necesitaría un mejor trabajo en la ergonomía de varios controles y en el refinamiento de marcha, especialmente de las suspensiones y de la insonorización.

Los niveles de equipamiento pueden llegar a ser muy buenos, pero teniendo en cuenta lo anterior, es un mejor auto para apuntar a la sección media de su gama, que a la parte alta. ¿Dónde deja esto al codiciado Sandero Stepway? Eso lo vamos a analizar en un par de semanas cuando concluyamos el test a la renovada versión aventurera del compacto francés.

 

Si querés saber más del nuevo Renault Sandero, gama, fichas técnicas, equipamientos, etc. hacé click acá para verlo en el Catálogo de 0km.

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