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Prueba nuevo Citroen C3 Aircross

Un pequeño aventurero que parece gigante.

Prueba nuevo Citroen C3 Aircross

La aventura, el deseo de explorar. Hay personas que son felices quedándose siempre en el mismo lugar y otras que arriesgan todo por descubrir mundos nuevos y paisajes diferentes, dejando de lado lo material y llegando hasta el límite de la supervivencia. En el medio de estos dos extremos se encuentran la mayoría de los usuarios de los vehículos aventureros, con ganas de salir de la ciudad y el lugar común pero sin perder las comodidades de la civilización.

Citroën responde a esta necesidad de aventurarse confortablemente con un producto particular, distinto; donde el placer de conducción le deja el paso al confort y al diseño. El nuevo Citroën C3 Aircross se renueva adoptando una estética mucho más moderna, pero sin dejar de lado la razón principal de su existencia en el mercado: ser un vehículo recreacional, espacioso y que todo esto se note.

 

 

Diseño e interior

El objetivo principal del nuevo Citroën C3 Aircross es que te sientas en un vehículo grande. Esto lo logra desde afuera con su carrocería en forma de cubo y desde adentro con una habitabilidad impresionante, donde una persona que supere los 2 metros puede entrar sin tocar el techo (que no es mi caso, pero se entiende).

En el exterior uno de los principales cambios se encuentra en el frontal, con un sistema de iluminación dividido en 3 grupos ópticos (faros principales, luces diurnas de LEDs y antinieblas) que toman un poco de la estética del C4 Picasso. Este nuevo diseño le sienta muy bien, dándole un aspecto diferenciador con respecto al modelo anterior y logrando un estilo moderno y agradable. Junto con estos cambios también observamos una mayor presencia de tonalidades oscuras en las zonas bajas, lo que aumenta la sensación de despeje del suelo y reduce -en apariencia-  la altura del vehículo.

Cuando miramos atrás nos encontramos con una grata novedad: ha desaparecido la rueda de auxilio colgante del portón posterior, (una solución que era más estética que práctica y cuya legalidad es discutible) para dar lugar a un portón trasero limpio, que sí mantiene la particularidad de tener el portapatente elevado y sobre el lado derecho.

Más allá de eso, las cosas por fuera se mantienen similares, encontramos también nuevos stickers sobre la parte baja con la nomenclatura “Aircross” y las características barras de techo que se unen al pilar A con una nueva tonalidad negra en vez de plateadas, como sucedía en la C3 Aircross lanzada en 2011. Claro está que al tratarse de un restyling, las medidas y proporciones son idénticas al modelo que reemplaza.

Puertas adentro, se destaca por sobre todas las cosas la nueva placa que atraviesa el tablero, (en nuestro caso coincidiendo con el color de carrocería) donde se aloja la pantalla táctil de 7” con función Mirror Screen y las nuevas bocas de aire, que ahora cuentan con un diseño de cuadrado redondeado. También tenemos tapizados nuevos con un diseño muy atractivo, con butacas que sostienen bien y te ubican en una posición bastante alta (aunque las regules en su punto más bajo) dándote una posición de manejo que permite aprovechar la altura del vehículo para tener una gran visibilidad; que dicho sea de paso en este modelo es algo particular, ya que tenemos al pilar A dividido.

 


Mecánica y Seguridad

La versión probada cuenta con un motor de 1.6 L VTi con 115 CV (a 6.000 rpm) y 152 Nm (a 4.000 rpm) acoplado a una caja manual de 5 velocidades que transmite la fuerza exclusivamente al eje delantero en todas sus versiones. Cabe recordar que esta no es la única motorización disponible, ya que la versión de entrada de gama ofrece el más pequeño 1.5 8v de 90 CV.

En materia de seguridad el C3 Aircross no tiene muchos puntos altos. Cuenta con los obligatorios airbags para conductor y acompañante y frenos ABS, aunque en la versión que probamos (Shine) cabe destacar que también se agregan airbags lateral y encendido automático de luces, pero sin embargo carece en toda la gama de control de estabilidad (ESP) y anclajes ISOFIX, un ítem muy buscado por quienes tienen familia y priorizan este elemento para sujetar las sillas infantiles.

 


Comportamiento Dinámico

El Citroën C3 Aircross quiere darte la sensación de que estás manejando un vehículo grande y pesado, (aunque no lo sea, ya que tiene apenas 1.323 Kg.) y para hacerlo se vale tanto de su gran espacio interno como de su configuración de la suspensión. Dicha configuración es blanda, muy blanda, lo que tiene la enorme ventaja de ser sumamente confortable en caminos rudos. El Citroën C3 Aircross se ríe de los empedrados, badenes y baches, pasando sobre ellos con suavidad, algo que sumado a su dirección asistida eléctricamente y a los neumáticos de uso mixto hace que sea todo un placer manejarlo por fuera del asfalto.

El Citroën C3 Aircross se ríe de los empedrados, badenes y baches

Pero obviamente, esta suavidad tiene sus consecuencias. En cada arrancada y frenada en la ciudad el auto cabecea, moviéndose por demás. Si a esto le sumamos un pedal de freno que comienza a aplicar su potencia casi a mitad del recorrido y un pedal de embrague esponjoso, tenemos un vehículo que derrumba su comportamiento dinámico en pos de un andar muy confortable.

Con esto en mente, pensé que en ruta el comportamiento no podía mejorar y estaba en lo cierto. Esta configuración de suspensión no le juega a favor cuando se circula a altas velocidades, algo que sumado a su altura nos dá la sensación de estar en un micro de larga distancia, como si el auto tuviese suspensión neumática. Claro que de todo esto te vas a dar cuenta si venís de un hatchback o sedán, si ya tuviste un aventurero a una SUV no vas a notar grandes diferencias.

Aún así el auto se comporta de forma estable, más allá del constante rolido el vehículo se siente seguro al doblar y el motor responde muy bien, aunque en ruta doble mano siempre será necesario rebajar un cambio  para lograr un buen sobrepaso.

Para seguir hablando de su motor y para que tengas una referencia de cuán “enroscado” vá en ruta, a 100 Km/h (92 de GPS) el 1.6 L gira a 2.800 rpm, mientras que a 120 Km/h (114 de GPS) lo hace a 3.500 rpm. Si estás en una autopista y llevás el velocímetro hasta los 130 Km/h (123 GPS) vas a notar que el motor llega a las 3.800 rpm. Este régimen de vueltas es un poco más bajo que el modelo anterior, esto se debe a que Citroën ha “estirado” un poco las marchas, dejando una 5ta bien larga que nos permite economizar combustible. Y hablando de consumo, en ciudad logramos un promedio de 11L /100 Km., mientras que en ruta, viajando a 120 Km/h, el consumo nunca estuvo por debajo de los 8,5L/100 Km.

Citroën ha “estirado” un poco las marchas

A velocidades ruteras la insonorización aerodinámica es muy buena, pero la aislación del motor flaquea, ya que el 1.6L se escucha y se siente en el habitáculo. Esto no es un problema si te gusta escuchar música, ya que el sistema de sonido con 6 parlantes es suficiente como para aislarte completamente del mundo, la verdad es que suena de maravillas.

 

Conclusiones

El renovado Citroën C3 Aircross le dá al usuario lo que quiere: una estética aventurera y la sensación de estar en un todoterreno. El diseño y el confort son sus puntos más fuertes, como así también la calidad presente en los componentes de su habitáculo y el gran espacio interno. Queda para mejorar el apartado de seguridad, donde falta la dupla ESP/ISOFIX y también su comportamiento dinámico pero sólo en superficies lisas, ya que cuando le exigimos un poco de comportamiento off-road el vehículo respondió de forma muy satisfactoria.

El renovado Citroën C3 Aircross le dá al usuario lo que quiere: una estética aventurera y la sensación de estar en un todoterreno.

Batallando en un segmento muy difícil, el Citroën C3 Aircross puede sacar a relucir aspectos diferenciales como la tecnología Mirror Screen o su estética de aventurero futurista, pero sin dudas el motivo principal de compra radicará en el gusto particular de cada uno de sus potenciales clientes. Como siempre insistimos, la mejor manera de elegir un auto es informarse primero y conocerlo después

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