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Manejamos al nuevo Citroën C-Elysée en Argentina

Durante su lanzamiento en Mar del Plata, pudimos tener un primer contacto de manejo a bordo del sedán por calles y rutas.

Manejamos al nuevo Citroën C-Elysée en Argentina

Citroën Argentina eligió el lugar de veraneo más emblemático de los argentinos para anunciar el lanzamiento formal del esperado C-Elysée, el sedán compacto que conocemos por ser el que le permitió el tricampeonato a José María “Pechito” López en el WTCC.

Para nuestra fortuna, la marca nos facilitó una unidad para manejarla con total libertad por la ciudad marplatense y sus rutas aledañas, por lo que pudimos darnos una buena idea del comportamiento de este vehículo.

Empecemos por fuera: el Citroën C-Elysée cuenta con dimensiones exteriores generosas para su segmento, con 4.430 mm de largo (como para darse una idea, apenas 191 mm menos que el C4 Lounge) 1.750 mm de ancho,  1.470 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.650 mm, con un baúl de 506 litros. Estas dimensiones superan a las de sus rivales más directos, el VW Polo, Ford Fiesta KD y Chevrolet Sonic Sedán.

Por el momento, Citroën Argentina comercializa al C-Elysée bajo una única versión denominada Feel, donde encontramos el mismo 1.6 VTi naftero de 115 CV y 150 Nm que podemos ver en varios modelos del Grupo PSA, acoplado en este caso a una caja manual de 5 relaciones. En Europa también se vende una versión turbodiésel, que por el momento no está confirmada para nuestro país pero que sin dudas sería muy bienvenida.

Puertas adentro nos encontramos con un producto que se nota que es europeo. ¿Por qué decimos esto? Si bien el C-Elysée es un vehículo compacto del segmento low cost, la calidad de sus terminaciones se destaca ante algunos de sus competidores made in Mercosur. Ojo, no nos vamos a encontrar ningún lujo, hay plásticos duros, diseño sobrio y materiales simples, pero se notan que están firmes y que se van a quedar en esa condición por un buen tiempo.

Ojo, no nos vamos a encontrar ningún lujo

En cuanto a diseño interior, como decíamos prima una sobriedad bien lograda, pero hay algunos detalles que nos hacen recordar la preocupación por los costos: lo más notorio es la ubicación de los levantavidrios, todos montados por delante de la palanca de cambios, dejando a las puertas sin ningún tipo de interacción y provocando más de un dedazo a la nada misma. Esto seguramente no será un problema mayor para quien se compre este vehículo y se acostumbre, pero la primera impresión es un poco incómoda. Algo similar pasa con el sistema de audio, de un diseño elegante y con una gran perilla central, con la cual quisimos bajar el volumen pero… no lo hacía. La única perilla existente cambia las emisoras de radio, mientras que el volumen se comanda mediante dos botones diminutos sobre la izquierda, separados entre sí por el botón de Mode. Insisito, no es una falencia importantísima, pero obliga a tener que acostumbrarse.

Mas allá de estas cuestiones de ergonomía tan propias de nuestros queridos diseñadores franceses, todos los sistemas funcionan muy bien; el sistema de audio no deslumbra con una pantalla táctil ni navegador GPS, pero cumple excelentemente con su función de conectividad Bluetooth y de reproducción de audio, mediante USB, Aux y CD con lector de Mp3.

Sigamos dentro del Citroën C-Elysée. Hay un aspecto destacable, quizás el más sorprendente y seguramente el motivo de compra de más de uno que se acerque a una concesionaria a ver el vehículo: el espacio interno. Este sedán tiene una gran habitabilidad, que se destaca principalmente en las plazas traseras. Conozco sedanes de segmentos superiores donde no se entra con tanta holgura en los asientos de atrás. Ni hablemos del baúl, que tiene la contra de no contar con un botón para abrirlo desde afuera (solamente se hace mediante la llave o con un botón a la izquierda del volante) pero que con sus 506 litros alcanzó y sobró para llevar el equipaje, cámaras y pertrechos de cuatro periodistas.

este sedán tiene una gran habitabilidad

En materia de seguridad, el Citroën C-Elysée también tiene sus puntos altos, ya que nos ofrece ABS, ESP, anclajes ISOFIX y 4 airbags, los frontales y laterales. Eso sí, tiene frenos a disco delanteros pero a tambor atrás.

Ahora vayamos a lo más importante, su comportamiento: La combinación de motor y caja está muy bien relacionada, con el auto descargado no se hace necesario un constante paso de cambios para tener buena reacción, aunque esto cambia cuando llevamos pasajeros en todas las plazas, donde la dinámica del auto cambia bastante y se hace necesario administrar la potencia con rebajes. La palanca de cambios es corta, pero con una selectora de recorrido un poco más largo que no pierde del todo la precisión y el tacto. Mas allá de esto podemos decir que el auto goza de una buena reacción, tanto en ciudad como en ruta.

La suspensión es un poco seca, más que nada atrás. Tiene un andar correcto, pero al no contar con mucho despeje, el recorrido corto hace que ante un pozo grande o una imperfección importante, la amortiguación llegue a su tope. El confort de marcha está bien balanceado, no tenemos esa sensación de flotar por el asfalto pero tampoco sufrimos un marcado rolido al doblar en altas velocidades.

el confort de marcha está bien balanceado

Luego de recorrer unos 40 Km por la Ciudad de Mar del Plata, utilizando calles y avenidas, el consumo nos dió en promedio unos 9.5 L/100 Km.

Cuando subimos la velocidad en ruta, notamos que el motor está correctamente insonorizado, pero que se filtra un poco de ruido aerodinámico por las puertas traseras y desde los espejos retrovisores. La dinámica en este ámbito es muy buena, el vehículo se siente firme y reacciona correctamente. Circulando a velocidades de entre 110 y 120 Km/h, (donde el motor gira a 3.100 y 3.200 rpm respectivamente) nuestro consumo promedio fue de 6.3 L/100 Km.

En resumen, Citroën ofrece con el C-Elysée un sedán compacto que de compacto sólo tiene el nombre, ya que sus dimensiones lo convierten en un producto a considerar seriamente si lo que más se busca es la habitabilidad. Por otro lado, el hecho de que venga importado de España nos demuestra con su calidad de encastres lo bien que puede ensamblarse un vehículo del segmento low-cost, aunque algunas cuestiones de ergonomía denotan la preocupación que tuvieron sus desarrolladores en contener los costos.

Nuestra primera impresión fue buena, y esperamos tenerlo a prueba para conocer más a fondo sus virtudes, quédense atentos a nuestras pruebas de manejo como a nuestro canal de YouTube.

 

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