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El Autódromo de Buenos Aires cumple 65 años

El mítico Gálvez celebra una historia con puntos altos y bajos.

El Autódromo de Buenos Aires cumple 65 años

Hoy el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires celebra 65 años de vida en una etapa en la que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) apunta a su recuperación. Se trata de un monumento nacional del deporte, sede de las carreras más importantes a nivel internacional y muchas en el ámbito local.

El hoy denominado Oscar y Juan Gálvez comenzó a construirse en 1951, cuando a fines de aquél año, Juan Manuel Fangio y José Froilán González, le pidieron al entonces Presidente, Juan Domingo Perón, que les construyeran un autódromo. El General no perdió tiempo y de inmediato destinó los fondos para su gestión.

En una entrevista con CORSA en 2011, Pepe recordó que “cuando volvimos a Europa con Fangio, le pedimos al taxista que se diera una vuelta por los terrenos donde se iba a construir el Autódromo. Cuando pasamos nos quedamos impresionados ya que vimos 100 máquinas trabajando”.

Concebido a lo grande, con la mejor infraestructura de la época, el Autódromo fue una de las obras más importantes de la arquitectura deportiva moderna con una proyección para varias décadas. Más allá de los resultados, el objetivo era mejorar y ubicarse dentro de los mejores del mundo, misión ampliamente cumplida, considerando su envergadura que permaneció sin cambios durante 16 años.

La obra fue presentada por Jorge Sabaté, un arquitecto que fue intendente de la Ciudad de Buenos Aires (1952-1954) durante la primera parte de la segunda presidencia de Perón. El escenario que tuvo como primer nombre “Autódromo 17 de Octubre” (en homenaje al Día de la Lealtad), fue inaugurado el 9 de marzo de 1952 con la disputa de la “Copa Perón”, con el principal atractivo de la categoría Fórmula Libre, ganada por Fangio.

Luego, desde 1953 y con interrupciones, fue sede de los 20 Grandes Premios de Fórmula 1 de la República Argentina puntuables entre 1953/60 (salvo 1959), 1972/81 y 1995/98. También recibió 10 visitas del Mundial de Motociclismo, que volvió al país en 2014, pero en Termas de Río Hondo. Además nueve ediciones de los 1.000 Kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, válido por el Mundial de Autos Sports, luego llamado Mundial de Resistencia, hoy WEC. En 1954/56/57/58/60 se empleó un híbrido entre el Autódromo y la Avenida General con 9.476 metros. En 1955 llegó a extenderse a más de 17 KM corriendo también por la Autopista Ricchieri. Luego, entre 1970 y 1972, se estrenó la extensión con las dos rectas del fondo, el Curvón Salotto y la Chicana de Ascari, y se empleó el dibujo Nº 14, que era el 15 con una última horquilla cerca del arco en el ingreso principal.

Otras importantes categorías internacionales corrieron en sus diversos circuitos: la temporada internacional de la Fórmula 2 Europea en la década de 1960 y la Fórmula 3000 (fecha sin puntos en noviembre de 1992), entre otras.

En el ámbito nacional, el TC corrió por primera vez allí el 24 de mayo del ‘52 con victoria para Oscar Gálvez con Ford. También el TC 2000, hoy Súper TC 2000, dio sus primeros pasos en el escenario porteño, cuando en 1979 disputó su campeonato presentación y más tarde organizó los 200 Kilómetros de Buenos Aires. El TN organizó en varias oportunidades sus 24 Horas de APAT y el Top Race corrió su Carrera del Año entre 2008 y 2011 inclusive.

Con la llegada del Golpe Cívico-Militar de 1976, el Autódromo pasó a llamarse “General San Martín”. Luego, con el retorno de la democracia, desde el 10 de diciembre de 1983 se llamó “Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires”. En marzo de 1989 se lo rebautizó “Oscar Alfredo Gálvez”, previo homenaje al fallecimiento del Aguilucho el 16 de diciembre de ese año. A fines de 2005 se sumó el nombre de su hermano, Juan Gálvez, completando su actual denominación. 

Los mejores tiempos del Hermanos Gálvez fueron en la década de los años setenta. Los GP de  F.1 convocaban un mínimo de 80.000 personas. Hasta equipos de la Máxima lo usaron para probar a fines de los años setenta y principios de los ochenta. En esa época de oro fue considerado por la mayoría de la prensa y pilotos internacionales, como uno de los dos mejores autódromos del mundo junto al francés de Paul Ricard, que en 2018 será sede del regreso de la Máxima al país galo.    

Se trata de un lugar con mucha historia no solo para el deporte argentino sino del imaginario colectivo de los argentinos. Lamentablemente, como suele ocurrir en este país, tanto el Estado Nacional como el Municipal, dejaron de lado su mantenimiento durante más de 20 años hasta mediados de la década de los años noventa. En ese momento, mediante la concesión privada a cargo del recordado Martín Salaverry, el Autódromo sufrió su último cambio estructural en 1994, cuando se lo acondicionó para recibir otra vez a la Máxima desde 1995.

Luego llegaron otras gestiones privadas como la de Gustavo Ronchetti y Carlos Soriano, que no fue la mejor. En 2011, la repavimentación del Curvón Salotto y de las dos rectas del fondo se solventó en gran parte por la ACTC y el Top Race. Su empresa, Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires S.A., el año pasado le vendió la mayoría de sus acciones a integrantes de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), entidad que quedó a cargo  hasta que finalice su gestión, prevista hasta julio de este año, pero pudiendo extenderse, según en esa fecha esté conformado o no el fideicomiso planteado en la Ley Proyecto Villa Lugano que busca su puesta en valor.

Su punto más bajo fue la clausura el 20/07/2014 cuando a pesar de ello se corrieron los 200 KM del STC 2000. Por esa situación el GCBA promovió el proyecto Ley Autódromo para su recuperación. La norma llegó a la Legislatura Porteña en 2015, pero debió sufrir cambios. Su nueva versión, denominada Proyecto Villa Lugano, se sancionó el 7/12/2016. La ley se basa en un fideicomiso a 25 años administrado por el Banco Ciudad, donde empresas privadas y comercios vinculados al automovilismo, tendrán beneficios impositivos y podrán explotar las 41 hectáreas que están detrás de las tribunas, cuyo sector será urbanizado. El 51 por ciento de las acciones estarán a cargo del GCBA. Con la inversión que hagan las firmas que se involucren se espera acondicionar de forma definitiva al Autódromo en un plazo de 18 meses. Ponerlo en condiciones para recibir un GP de F1 demanda 44 millones de USD.

Con la ley en vigencia, el Jefe y Vicejefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, respectivamente, el 20/01/2017, efectuaron el lanzamiento de las obras donde el GCBA se comprometió a desembolsar 3 millones de dólares. En tanto que el 20/02/2017, se presentó el calendario de fechas nacionales con el retorno de las cuatro categorías más importantes después de 13 años. El lunes de la semana pasada comenzaron a llegar los muros del Callejero de Puerto Madero donde corrió la Fórmula E, que ahora bordearán el lago. La terminación de esta tarea como la posible homologación Grado 3 de la FIA (todas las categorías menos la F.1 y WEC), se plasmarían en mayo.

El próximo lunes 13 de marzo a las 15:30, con presencia de autoridades del GCBA y de la AAV, se colocará una plaqueta conmemorativa por el 65º aniversario. Se espera que esta etapa de renovación sea la definitiva hacia su completa recuperación. Es tan grande la expectativa como su historia. Posicionarlo primero entre los mejores del país y luego en la elite mundial representa el mejor homenaje al Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez.

Fuente: CORSA

CORSA

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