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Prueba Volkswagen Virtus: el poder de las virtudes

El sedán compacto para el Mercosur tiene cosas buenas y no tan buenas, te las cuento.

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Diseño

Cuando lo ves venir no hay mucho que decir, el Virtus es idéntico al Polo. Puede gustarte o no, pero este es el diseño que la marca decidió para adaptar a estos vehículos al gusto latinoamericano. Líneas angulosas sin muchos riesgos, pero que transmiten bien la idea de robustez y modernidad. Eso sí, todas las similitudes con el Polo dejan de existir cuando vamos para atrás, donde lo primero que se nota es un pilar C bien lanzado, dejando un baúl de apariencia corta y muy bien integrado al resto del vehículo. Al Virtus lo atraviesan en su lateral unas nervaduras muy agresivas, que se acoplan perfectamente en la parte trasera y rematan en un spoiler.

Bajo este spoiler tenemos al elemento distintivo de este auto, eso que te vá a hacer inclinarte por él antes que por su hermano hatchback, el baúl. Y para hablar sobre este tema abramos todas las puertas y metámonos en el interior.

Baúl

Cuando abrimos el baúl del Volkswagen Virtus mediante un botón en la llave, lo primero que notamos es que esa apariencia de baúl cortito que tiene de afuera esconde en realidad un espacio profundo, perfectamente presentado y alfombrado, cuya única crítica son las barras intrusivas que quitan espacio y pueden llegar a dañar el equipaje si lo cargamos a tope.

Volskwagen declara una capacidad de 521 litros, y a primera vista parece una medida ilusoria hasta que te das cuenta que el baúl tiene un doble fondo. Cuando pasás el piso al nivel inferior, ahí si el espacio de carga se vuelve coherente con lo que dice la ficha técnica. Ahora, este piso doble fondo esconde una trampa, una trampa en forma de auxilio temporal.

este piso doble fondo esconde una trampa, una trampa en forma de auxilio temporal

Teniendo el espacio para poner una rueda homogénea, desde Brasil decidieron (al igual que tantísimas marcas) que el público sudamericano merece ser castigado si pincha una cubierta en la ruta a realizar los kilómetros necesarios hasta llegar a una gomería (que vamos, en varias rutas nacionales pueden llegar a ser hasta 200 Km) a una velocidad máxima de 80 km/h y con una rueda finita. No quiero agarrármela solamente con el Virtus ya que la inmensa mayoría de los fabricantes opta por estas ruedas tipo galletita, pero varios de sus competidores en el segmento tienen ruedas de auxilio que a veces sin ser homogéneas, igualmente se las puede llevar a 120 Km/h.

Interior

Si entrás al auto con los ojos cerrados y los abrís sentado al volante, no podrías distinguir si estás en el Virtus o el Polo. Encontramos el mismo diseño y decorados lo cual es algo bueno, ya que tenemos una disposición sobria y con aires de elegancia, con muy buenos encastres y solidez. Como es típico del segmento, no tenemos plásticos mullidos al tacto ni decorados de calidad superlativa, pero así y todo se logra percibir un esmero en los detalles que es diferencial.

En el puesto del conductor es fácil encontrar una posición cómoda gracias a un amplio rango de posiciones para acomodar la butaca y a su volante revestido en cuero con ajustes de altura y profundidad.

es fácil encontrar una posición cómoda

En las plazas traseras es donde el Volkswagen Virtus se desmarca completamente del su hermano hatchback. Este sedán tiene una distancia entre ejes de 2.650 mm., (la misma que el Vento saliente) o sea que en este ámbito se estira 85 mm. más que el Polo, lo que resulta inmediatamente en una mayor habitabilidad. En los asientos de atrás el espacio para las piernas es enorme, realmente viajás muy cómodo, aunque claro que el ancho se mantiene en los estándares del segmento, por lo cual 2 adultos viajan genial pero para llevar a 3 habrá que acomodarse un poco.

Equipamiento y Multimedia

A nivel de equipamiento tenemos en esta versión tope de gama un climatizador automático que además de darnos aire desde la parte delantera también cuenta con unas salidas para las plazas traseras, acompañadas por un puerto USB cosa que quien viaje atrás pueda ir cargando su dispositivo móvil.

Me llama la atención que en esta versión Higline no tengamos la posibilidad de contar con un techo solar o tapizados de cuero, esto me hace pensar o que Volkswagen se está guardando una versión más exclusiva para mas adelante, o siente que ponerle mucho equipamiento al Virtus puede perjudicar a la gama del Vento, con el cual se solapa actualmente.

En el VW Virtus Highline tenemos un sistema multimedia destacadísimo, donde además de una pantalla táctil de 8” (que es de las mejores con las que interactué: veloz, simple, con GPS, Android Auto y Apple CarPlay) tenemos como estrella del show digital un instrumental representado en una pantalla de 10.25” pulgadas donde podés ver literalmente todo lo que pasa en el auto.

Seguridad

Un punto fuertísimo del Virtus y a mi entender, uno de sus principales argumentos de venta: desde la versión base tenemos Control de Estabilidad (ESP), 4 airbags (frontales obligatorios + laterales) apoyacabezas y cinturones de 3 puntos en todas las plazas y anclajes ISOFIX. No sólo eso, sino que Volkswagen utilizó la fuerza del Latin NCAP a su favor y sometió tanto al Polo como al Virtus a las pruebas con el nuevo protocolo, con un impresionante resultado de 5 estrellas para ocupantes adultos y 5 estrellas para niños, con el agregado de recibir el “Latin NCAP Advanced Award”, un reconocimiento adicional por tener protección para peatones como estándar.

La seguridad es una de sus mayores virtudes

Algo que me llamó la atención fue encontrar en el pilar B el típico cuadradito que tienen los autos con airbag de cortina (de tenerlo, el Virtus llegaría a 6) pero en este caso quedó en blanco. ¿Por qué la matriz de ese pilar tiene el dichoso cuadradito? ¿La usan en otro auto que lleva airbag de cortina? ¿Está acaso el Virtus preparado para incluirlo más adelante? ¿Estarán despidiendo a un ingeniero brasilero por mi culpa al ver esto? Todo es posible.

Comportamiento Dinámico

Los Volkswagen tienen la fama de ser vehículos con un compromiso más cercano al tacto mecánico, por eso esperaba un vehículo con una puesta a punto mas bien dura. Sorpresa al manejar el Virtus y descubrir una clara orientación al confort, con un andar amable que te resulta en una experiencia muy cómoda.

Mecánicamente tenemos bajo el capó el 1.6L con 16 válvulas que entrega 110 CV y 150 Nm. acoplado, en esta versión, a una caja automática de 6ta (en otras versiones lo hace a una manual de 5ta) que lleva la fuerza al eje delantero. Usando el auto en ciudad, el motor es suficiente y la caja hace un gran trabajo, contribuyendo a la sensación de comodidad que te mencionaba antes. Ahora, cuando lo apurás un poco, te das cuenta que le caerían muy bien unos 10 o 20 caballos más, o al menos un variador de válvulas para tener mayor torque a bajas revoluciones.

En el ámbito urbano logré un consumo de 12L/100 Km, y en tránsito trabado el rendimiento se disparó hasta los 16L/100 Km. Estoy seguro de que con la versión manual si me pongo en modo ahorro puedo lograr mejores consumos, pero la marca solamente tenía disponible para probar esta versión automática.

Cuando salimos a la ruta se siente un buen aplomo y tenida, venimos manejando tantas SUV últimamente que agradezco mucho volver cada tanto a un auto propiamente dicho y sentirme mas cerca del asfalto y la mecánica. El Virtus dobla bien, su puesta a punto en materia de suspensión es muy precisa sin perder el compromiso con el confort.

Ahora, acá volvemos a tener un tema con el motor. Viajando a velocidad constante nos olvidamos de él (casi que no lo escuchamos por el buen trabajo de insonorización) pero apenas necesitamos realizar un sobrepaso empezamos a pensar en un establo medio vacío, donde vendrían bien algunos caballos más. A 120 Km/h de GPS el velocímetro marca 124 Km/h y la caja de 6ta deja el motor en unas comodísimas 2.500 rpm. Esto permite un consumo de 6.5L/100Km, una cifra muy destacable para un naftero.

Conclusiones

Paradójicamente, uno de los significados que se le dá a la palabra Virtus en latín es poder, y creo que eso es justamente lo que le falta. El 1.6L es suficiente, pero se queda corto ante las exigencias por falta de fuerza. Para este auto sería ideal el 1.0 TSI, que si bien cuenta con 9 CV menos, tiene 10 Nm más de torque, y lo que es más importante, entregados desde las 1.500 rpm, algo que definitivamente haría una diferencia. Podés soñar con que le iría mejor el 1.4 TSI, pero ese impulsor ya lo tiene el Vento y de equiparlo el Virtus se solaparía aún más con los precios de esa gama y de otros sedanes medianos.

El Volkswagen Virtus es un sedán compacto que pone sus buenas cartas en el segmento: se destaca en el apartado de seguridad, cuenta con mucho espacio atrás, una gran calidad percibida y en la versión tope de gama ofrece un equipamiento multimedia digno de envidia por vehículos de segmentos superiores. Si cambiás su auxilio por una rueda homogénea y le llenás el tanque, podés contar con una buena máquina para la ruta. Y si llevás tres personas más, todas van a viajar con absoluta comodidad.

Quizás el Volkswagen Virtus no haga mucho honor a su nombre en latín, pero sí cumple en el idioma del comosuena, ya que deja ver sus buenas virtudes.

 

 

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