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Automovilismo

24 horas de Daytona, la gesta de Agustín Canapino

Así fue la experiencia del arrecifeño en la tradicional carrera de resistencia en Daytona Beach.

24 horas de Daytona, la gesta de Agustín Canapino

En diciembre de 2018 se había confirmado una noticia excelente para el automovilismo argentino. Se trataba, claro, de la participación de Agustín Canapino en las 24 horas de Daytona, una de las competencias más importantes en el mundo de la resistencia.

Aliado a Juncos Racing, de Ricardo Juncos, otro argentino, y con la gestión de General Motors, el arrecifeño estaba ante una invaluable oportunidad para refrendar el gran trabajo que venía haciendo en las categorías nacionales. “Hoy es el día más importante de mi carrera deportiva. Será una aventura y nada menos que con un equipo argentino”, había comentado ese día el piloto, sin vueltas.

El origen

El camino para esto había comenzado ya en octubre, cuando el tricampeón del TC con Chevrolet en el automovilismo local había probado el simulador de Dallara en Indianápolis. Ya en ese entonces, Juncos tanteaba la posibilidad de contar con Canapino para su escudería, sorprendido por las cualidades del piloto.

Además de GM, YPF, Banco Patagonia y Martínez Sosa fueron claves para poder tenerlo en la 57ª edición de la competencia. Arriba del Cadillac DPi-VR, Canapino estaba preparado para escribir otra página en la rica historia del automovilismo nacional. El auto para Canapino, construido por Dallara, tenía un motor Cadillac V8 ECR de 6.2 L, con 600 CV y una caja de cambios Xtrac secuencial de sexta. Pesaba unos 930 kg, con piloto incluido, y marcaba una velocidad máxima de 325 km/h.

Primeras impresiones

Las primeras pruebas lo dejaron boquiabierto. “Manejar este Cadillac fue único”, manifestó luego de los ensayos a fin de año. Luego, Canapino volvió a Florida en los primeros días de enero de 2019 para el tradicional Roar before the 24 hours, en donde volvió a dar una buena impresión arriba del auto, siendo el cuarto más veloz.

Para las prácticas preliminares, Canapino corrió durante la segunda tanda de las mismas, quedando en la quinta posición dentro de su serie, confirmando las buenas impresiones que había dado previamente. Ya en la calificación, Agustín marcó 1m34s679, quedando en el séptimo lugar, a menos de un segundo de Oliver Jarvis, de Mazda, quién fuera el más veloz en esa instancia.

Una carrera exigente

La carrera, una prueba sumamente complicada y exigente, no fue tal vez lo esperado después de los resultados previos. El equipo formado Canapino, los estadounidenses Will Owen y Kyle Kaiser y el austríaco Rene Binder, llegó en la 30ª ubicación, a 38 vueltas del equipo ganador de Fernando Alonso y cía.

El arranque, con una falla eléctrica que les impidió largar en la séptima plaza, fue un obstáculo duro para Juncos Racing, que sumado al mal clima y algunos inconvenientes en una rueda sepultó las chances de la escudería.

Canapino además tuvo que batallar con un asiento que no era suyo y los consecuentes dolores de espalda, un principio de deshidratación y la obvia falta de experiencia en una competencia muy complicada. A pesar de todo ello, el arrecifeño fue el mejor de su equipo y tuvo una destacada participación en la carrera.

El después

En las redes sociales, Canapino se sinceró, señalando que haber podido terminar la carrera fue un objetivo cumplido, y que posiblemente haya sido su última experiencia a nivel internacional.

Ricardo Juncos, por su parte, felicitó a Canapino y no ocultó sus ganas de repetir participación con él, aunque reconoció la apretada agenda nacional que tiene el vigente Olimpia de Oro. “Hizo un trabajo fantástico, siempre fue el más rápido, fue muy profesional y antes de bajar llegó a hacer el récord de vuelta en carrera. Dejó todo en carrera”, sentenció el dueño del equipo.

"Dejar todo", esa fórmula que tanto repetimos los argentinos, a veces se torna realidad, y nos deja bien parados frente al mundo. Así se habrá sentido Agustín Canapino, un digno representante de la rica historia del automovilismo local, autor de otra de sus brillantes páginas.

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