Este protopipo participó de las 24 Horas de Le Mans de 1998. Contra todo pronóstico, una marca que apenas tenía experiencia en este tipo de competición creó una sombra de duda sobre el favoritismo de los Porsche al demostrar su performance durante las clasificaciones.
Sin embargo demostró ser el mejor auto cuando uno de ellos lideraba la carrera hasta que tuvo que abandonar casi al final de ésta, dándole el triunfo a los Porsche GT1-98.
Su motor es un V8 de 3.579 cc de doble turbo (Garrett) y 32 válvulas en posición central que eroga una potencia de 600 Cv a 6.000 rpm. El torque es de 350 Nm a 6.000 rpm.
Desarrolla una velocidad final de 380 km/h. La transmisión es secuencial TTE de seis marchas.
Pesa 900 kgs, la distancia entre ejes es de 2.850 mm y calza neumáticos Michelin Radial.