Los fabricantes chinos, a pesar de estar acostumbrados a la Gran Muralla de su país, se están estrellando literal y metafóricamente contra el pequeño muro de los crash-tests europeos.
Si el primero que se enfrentó a estas pruebas, el Jiangling Landwind, consiguió una inmensa campaña publicitaria a consecuencia de sus desastrosos resultados, el modelo que iba a comenzar la invasión europea presentándose como un lujoso sedán chino, el Brilliance BS6, no parece haber aprendido la lección.
El modelo, diseñado por Giugiaro, desarrollado en colaboración con BMW, y ya comercializado en España ha conseguido un resultado en las pruebas del ADAC casi tan malos como el de su antecesor: una única estrella de cinco posibles.
Inicialmente parecía en condiciones de conseguir una segunda estrella, pero los riesgos que corren los ocupantes en el choque lateral obligaron a los técnicos a tacharla.
El director de la empresa importadora se ha quedado sin palabras -como cualquiera que vea las fotos del crash-test-, y ha aceptado la colaboración del ADAC para mejorar, de forma imperativa, la seguridad del modelo.
La carrocería se deforma por completo atrapando a sus ocupantes, las piezas del motor entran en el habitáculo y los daños producidos en ningún caso parecen compatibles con la vida.
Todo mal, si como decíamos se supone es un acercamiento a un sedán de lujo de clase europea. Finalmente destacar que la prueba se realizó a sólo 64 km/h., y que los pedales ingresaron 32 cm al interior de la carrocería.