Es el Fiat 500 más exclusivo del mundo. Se denomina "Pepita" y está pintado con una fina capa de oro de 24 kilates. Un auto de ensueño.
Calza neumáticos Pirelli PZERO (también recubiertos de oro en los flancos), y llantas OZ, que no le quedan nada mal.
Su interior es muy exclusivo. El tablero está recubierto con madreperla australiana (una especie de nácar muy caro).
Trae tapizado de asientos con piel de cocodrilo, de serpiente, de tiburón, de raya o de lagarto (esto ya me gusta menos, pobres animales) y habrá 48 tipos de piedras preciosas a elegir para su interior.
Los cristales de Swarovski están presentes en el freno de mano, el cambio de marchas y los pedales. Y para terminar las alfombras son de cachemira.
Su precio es de 60.000 euros.