El fabricante de neumáticos Goodyear ha emprendido un proyecto de investigación para el uso de materiales biológicos y cultivos renovables, como el maíz, en el desarrollo de productos de relleno biológicos para sus neumáticos de nueva generación.
Se trata de una iniciativa para desarrollar neumáticos de resistencia ultrabaja a la rodadura, empleando recursos respetuosos con el medio ambiente, y en la que trabaja en colaboración con dos socios: la empresa italiana de investigación Novamont y el fabricante de coches alemán BMW.
Para llevarla a cabo, la Comisión Europea ha concedido a Goodyear una subvención económica para el desarrollo de esta iniciativa, un apoyo que forma parte del programa europeo Life.
Actualmente, el negro de humo y la sílice son los componentes de refuerzo más usados en los compuestos de caucho de los neumáticos.
Los procesos de producción de ambos requieren recursos no renovables como el petróleo crudo y generan emisiones de CO2. Ahora, Goodyear apuesta por una nueva generación de productos biológicos de relleno.
La idea es reemplazar parcialmente los componentes de refuerzo no renovables del caucho por rellenos biopoliméricos, basados en recursos renovables y, al mismo tiempo, conseguir una reducción sustancial -que podría ser de hasta un 30%- de la resistencia a la rodadura del neumático, reduciendo así la emisión de CO2 y el consumo de carburante.