El "Patito Feo", Citroën 2CV, nació en 1948 en plena posguerra y cumple sesenta años convertido en una de las leyendas de la industria mundial del automóvil.
Para festejarlo, la Ciudad de las Ciencias y la Industria de París realiza desde hoy y hasta el próximo 30 de noviembre una exposición sobre el joven sexagenario titulada "Los 60 años de un coche esencial".
En el programa, fotos y películas de la época, una exposición de las versiones más llamativas del 2CV, desde el prototipo "cíclope" de 1939 hasta los últimos "Charlestón" de principios de los noventa, talleres con manualidades para niños, miniaturas y muchas actividades.
La escenografía de la exposición también se ha cuidado al máximo y en la entrada se han colgado del techo cuatro Citroën dos caballos, prestados por el Conservatorio de la compañía, a los que ha quitado la maquinaria para hacerlos más ligeros. Uno de ellos ha sido pintado de un color que nunca ha podido verse en un 2CV: naranja-melón.
A lo largo de 42 años, hasta 1990, se fabricaron más de 5 millones de coches y el visitante que acuda a la exposición encontrará un panel con cientos de fotos de archivo y películas con los 2 CV más raros y escenas de la fabricación del vehículo que ilustran la carrera de un coche mítico.
En primer término de la muestra, un podium con tres de los más memorables: uno de 1939, rarísimo superviviente de los ejemplares salidos antes de la guerra; un modelo de 1950 y el "Azam", la versión de lujo lanzada en 1966.
Para dar más realce al evento, el próximo 25 de mayo está prevista una gran concentración de 2CV en la plaza de la Ciudad de las ciencias con una demostración de desmontaje y montaje del dos caballos en menos de dos horas.
La firma Citroën, orgullosa de su pasado, aprovechará no obstante la ocasión para dejar clara su apuesta por el futuro y junto al 2CV se podrá ver la maqueta del "C-Cactus", que comparte con el "hippy" utilitario sesentero la misma filosofía de "pocas piezas, poco peso y poco consumo".