Convocada por el Diario Le Petit Journal, se llevó a cabo el 22 de julio de 1894 la primera carrera de autos de la historia.
El reto era cubrir los 126 kilómetros que separan París con Rouen.
El reglamento de esa carrera decía: los autos debían ser seguros, maniobrables y económicos.
Largaron 17 autos y llegaron 10. La prueba duró 6 horas y el ganador, el marqués de Dion y su mecánico Georges Bouton, se impusieron con un auto con motor a vapor, a una velocidad promedio de 19 km/h. El resto de los vehículos eran impulsados por nafta.
El éxito de la competencia obligó a los organizadores a repetir el plato el año siguiente.
En 1895 se corre la París-Burdeos-París, teniendo como ganador a Emile Levassor tras recorrer 1178 kilómetros.
En Italia se corre la Turín-Asti-Turín, la primera carrera en aquellas tierras, que dio como ganador a un Daimler.
Durante estos años se hicieron populares las carreras que unían ciudades, teniendo como principal del deporte motor a Francia.