En el óvalo de Fontana, California, Jimmie Johnson tuvo un dominio absoluto frente a todos sus rivales para obtener, en las Pepsi 500, la carrera de la Copa Sprint en el Auto Club Speedway, su tercer triunfo de la temporada.
Ganó en el antiguo California Speedway por segundo año consecutivo y una vez más se hizo notar ante el líder del torneo, Kyle Busch, y a su principal contrincante, Carl Edwards (los dos pilotos con mayor atención en las jornadas previas a esta carrera), para mantenerse como un serio aspirante a su tercer título consecutivo.
Segundo terminó Greg Biffle, quien tuvo el siguiente mejor auto a lo largo de la carrera, pero no pudo mantener el ritmo del Chevrolet No. 48 de Johnson y terminó a más de dos segundos de distancia.
Esta vez nadie pudo tocarlo, ya que su auto fue como un misil desde el inicio. Lideró 227 de las 250 vueltas en el óvalo de 2 millas.