El accidente acurrió en la estación de Dillenburg en el estado de Hesse (Alemania), donde el tren que transportaba a 18 Porsches, debido a una mala maniobra, chocó con otro tren que estaba detrás de él.
¿Las consecuencias? Los superdeportivos quedaron como acordeones. Se calcula que los daños llegan al millón de euros.