Aunque tardó, ésta sería la respuesta de Audi al Mercedes-Benz CLS y ya en poco más de un año estará entre nosotros. Pero aparte de un futuro integrante en la línea de productos de Audi, aquí se esconde algo más.
Audi sugiere una actualización de diseño que a partir de 2010 o 2011 irá llegando al resto de modelos de la marca, y el Sportback Concept, es decir, el futuro Audi A7, será el punto de partida inicial.
A diferencia del CLS de Mercedes, esculpido desde un Clase E, en el llamativo concepto que Audi ha mostrado en Detroit, apenas aparece un rasgo de los actuales modelos de la gama, aunque también es cierto que el Sportback Concept tiene mucho más "de prototipo de salón" que de automóvil de producción.
Está claro que en el Sportback Concept se ha "jugado" principalmente con las líneas horizontales para dar sensación de gran ancho y baja altura, aunque las proporciones, por sí solas, generan esa primera impresión.
Y es que, con una longitud de 4,95 m rebasa en un par de centímetros a un A6, supera holgadamente en ancho a un A8 -1,93 m- y es 3 cm más bajo que un A4 -1,40 m-.
Como principales rasgos estéticos, conviene destacar la nueva parrilla Single Frame, aquí con menos altura de lo habitual y con los bordes achatados, al igual que las inmensas tomas de ventilación ubicadas bajo los faros, éstos, como los traseros, con tecnología de diodos Led. La zaga la remata un difusor trasero y dos parejas de escapes dobles integrados en el propio paragolpes.
Sus cuatro puertas carecen de marco en las ventillas, resaltando el ADN deportivo que Audi pretende dar a esta nueva carrocería, mientras que el acceso al baúl se realiza a través de un gran portón para sacar el máximo partido de un maletero de medio metro cúbico, realzando la otra cara de la moneda: el espíritu familiar que también pretende congregar el Sportback Concept. La marca anuncia un Cx de 0,30 y 1.800 kilos de peso.
Destaca un interior elegante en el que la luminosidad queda garantizada por un techo panorámico acristalado, mientras que del confort de los pasajeros se encargan cuatro auténticas butacas de salón tapizadas en cuero, material que, junto a la madera de nogal maciza, viste casi la totalidad del interior del Sportback Concept.
Lo sofisticado se hace presente con una futurista versión del dispositivo MMI cuya pantalla retráctil emerge del tablero de instrumentos. Una gigantesca consola divide los asientos delanteros y aglutina los principales mandos de control, despejando el puesto principal de botones secundarios, aportando al mismo tiempo una sencillez visual poco habitual en la casa.
Audi no desaprovecha la oportunidad para mostrar las ventajas de una mecánica diésel. El elegido es un 3.0 V6 TDi Clean Diesel, con el que la marca anticipa un consumo medio un 40% inferior al de cualquier modelo del mercado automotor norteamericano.
En su afán de dieselizar este mercado, esta evolución del 3.0 V6 TDi satisface las más severas normas anticontaminantes de todo el planeta, incluyendo las impuestas por el estado californiano, y ya está preparado para satisfacer la normativa Euro VI que entrará en vigor en 2014 en Europa.
Anuncia una potencia de 225 CV y 56 mkg de par y promete una velocidad máxima de 245 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en 7 segundos, un consumo medio de 5,9 l/100 km, con emisiones de 156 g/km.
Pero semejantes valores de consumo no sólo se deben al rendimiento termodinámico del 3.0 V6 TDi con sistema common-rail a 2.000 bares e inyectores piezoeléctricos, motor que, entre otras medidas, incorpora un sistema de gestión de temperatura para alcanzar pronto la idónea.
El Audi Sportback Concept cuenta con eficientes dispositivos mecánicos, como dirección electromecánica que se desactiva en línea recta, un sistema de recuperación y almacenamiento de la energía cinética o un dispositivo Start&Stop, junto con neumáticos de baja resistencia al rodado.
Para el cambio de marcha emplea una evolución del S-Tronic de 7 marchas estrenado en el Q5, con un radiador de aceite, mientras que la transmisión es la conocida Quattro con diferencial central torsen.
Audi no cita al A6 como base estructural, sino al A4/A5, con el ya conocido diferencial adelantado para proporcionar el mejor reparto posible de masas. Los frenos cerámicos en las cuatro ruedas con discos de 380 mm de diámetro en el eje delantero y 356 en el trasero aportan una ventaja incuestionable en ligereza, como también lo hace el empleo masivo de aluminio forjado para el paralelogramo deformable del eje delantero y buena parte de los componentes del multibrazo trasero, suspensiones que, adicionalmente, se benefician del sistema CDC.