Sin duda el Honda S2000 es uno de los modelos más emblemáticos de la marca japonesa, un deportivo sin grandes pretensiones de caballaje pero orientado a la emoción del manejo y siempre un duro rival para el Mazda Miata (MX-5) que cuenta con un concepto similar.
El S2000 fue una inspiración para los preparadores de tuning que le cambiaron muchas veces la mecánica, metiéndole turbos imposibles, carrocerías de fibra de carbono, mayor potencia y por supuesto estéticas muy variadas como la de la chica corredora y su S2000 rosa en la película Fast & Furious (Rápido y Furioso) en su primera entrega.
La vida del S2000 fue un tanto corta ya que este año llegaba apenas a sus 10 primaveras, siendo que en 1995 se presentó como modelo conceptual en el Salón de Tokio. Se comercializó en 64 países alrededor del mundo con una cantidad vendida en esos diez años de 110.000 unidades.
Al término del año 2008 comenzó a representar problemas para Honda, la cual abandonó su proyecto de F1 y canceló a principios del 2009 al sucesor de otro mítico deportivo, el NSX.
Con el nuevo enfoque "verde", su portafolio queda muy reducido en el aspecto deportivo.