General Motors y Chrysler son "emblemas" y "símbolos del Estados Unidos del siglo XX", afirmó orgulloso el presidente estadounidense, Barack Obama, antes de lamentar que la supervivencia de estas compañías "no puede depender de los dólares del contribuyente" aunque subrayó que "deben valerse por si mismas", agregó.
Obama ha anunciado que General Motors tendrá 60 días y Chrysler 30 para "reestructurase fundamentalmente" de forma que Washington pueda invertir más dinero público en esas empresas, que ya han recibido 17.400 millones de dólares desde diciembre.
El ultimátum de la Casa Blanca ha provocado el desplome del sector del automóvil en Wall Street, cuyos índices Dow Jones (-282.12 / -3.63%) y Nasdaq (-52.11 / -3.37%) eran arrastrados por la amenaza de quiebra de las históricas compañías.
General Motors (-0.78 / -21.55%) se hundía en las cotizaciones, aunque Chrysler, propiedad de Cerberus, no cotiza en Bolsa.
"Cada empresa ha presentado un plan, pero ninguna de las dos ha hecho lo suficiente", fue la justificación de Obama para un "periodo limitado" para negociar con accionistas, sindicatos y proveedores, entre otros. "Las concesiones serán dolorosas", avisó.
En caso de fracasar los planes, a Obama no le temblará el pulso. "La declaración de quiebra es el método más rápido para la reestructuración", ha defendido el presidente de EEUU pese reconocer que también es la más "incómoda".
"Es una herramienta legal para acabar con las deudas", dijo al apostar por que estas históricas firmas empiecen de cero.
Respecto a la dimisión del presidente y consejero delegado de General Motors, Richard Wagoner, renuncia motivada por la presión de la Casa Blanca, Obama ha reconocido la dedicación "de toda una vida" del directivo, pero ha señalado que era el momento de "una nueva visión" en la cúpula del fabricante de automóviles.
El presidente estadounidense, que abogó por que Estados Unidos recupere el liderazgo de los nuevos autómoviles, ha hecho un llamamiento al desarrollo tecnológico para evitar la dependencia del petróleo y poder aumentar las ventas de vehículos más eficientes en Europa.