La serie K de la marca alemana fue presentada en Argentina a principios de este año y cuenta con tres configuraciones denominadas R, S y GT, las cuales se enfocan en los gustos por una moto naked y diseño agresivo (R), GT pensada en los viajes largos con aditamentos especiales para tal fin y la que nos tocó, la K1300S con un enfoque de pista aunque se define como turismo deportivo.
La configuración de la K1300S permite tener buen manejo, aceleración y velocidad tope, pero el peso de la misma es lo que la diferencia de una moto de pista, además de que la K1300S cuenta con una postura de manejo más relajada que reditúa en menor cansancio en viajes largos.
Hablando de diseño, BMW Motorrad apostó a lo seguro con la fórmula que le había dado éxito ya que los cambios entre la K1200 y la presente son casi imperceptibles, por lo que tendremos prácticamente las mismas líneas. Esto es extraño luego de presentar hace poco su 1000 RR con doble personalidad.
La vista lateral de la moto nos da una figura muy fluida que ayuda a la aerodinámica de la misma, el carenado abultado al frente da la impresión de un mayor tamaño. El asiento y colín se presentan con un diseño más estilizado. La parte trasera podría y debería verse mejor con un escape más acorde al tipo de moto ya que el que trae de serie le quita estética al rin flotante, pero bueno al final un pecado tenía que tener ¿no?
Los aparatos de medición son completos, combinando elementos análogos como el tacómetro y velocímetro con un display que informa, el consumo de combustible, rango de alcance, odómetro, además de los controles para la puesta a punto de la moto. Al frente, la motocicleta ofrece un diseño conservador ante las nuevas tendencias del mercado.
La parte mecánica de la K1300S destaca por su motor de cuatro cilindros y cuatro tiempos que nos brinda un cilindra de 1.293 cc y una potencia de 175 CV a las 9.250 rpm, con un par motor de 140 Nm, para un conjunto que pesa 254 kg con tanque lleno. Estos números nos dan una velocidad máxima de 200 km/h (información muy conservadora de la marca, realmente).
El rendimiento que nos brinda es de 21,2 kilómetros por litro a una velocidad constante de 90 km/h (algo complicado de cumplir) y de 18,1 km/l a una constante de 120 km/h.
La K1300S ofrece grandes emociones a velocidad pero paralelamente entrega seguridad de manejo gracias a los sistemas como el de presión de neumáticos que al encender la máquina realizará una revisión general para mostrarnos si el nivel de las ruedas es el adecuado.
Por su parte, el sistema denominado ESA II (Electronic Suspension Adjustment de segunda generación) regula la suspensión en cualquier momento que requiera el piloto. Los parámetros que abarca son: confort, normal y sport que se subdividen por si llevamos a un pasajero o equipaje adecuando la dureza de la moto.
Pero ya basta de datos técnicos que explican muy bien cómo funciona un coche, pero en el caso de las motos el sentimiento que nos brinda al acompañar las curvas con nuestro cuerpo es la verdadera prueba de manejo y de prestaciones de una motocicleta.
A primera vista la moto impone mucho por su volumen, pero al montarnos por primera vez nos percatamos de dos cosas muy significativas que son: el peso y la altura, que juntos nos brindan una gran comodidad para maniobrar. La K1300s puede incluso ser utilizada como moto de uso diario gracias a la posición de manejo, que puede ser más erguida aunque su largo de 2,182 mts nos pondrán a calcular cualquier rebase que hagamos.
La K1300S cuenta con la posibilidad de equiparse con una caja de cambios asistidos, o lo que es lo mismo, no necesita embrague para meter las velocidades ascendentes (tipo secuencial). Cuesta un poco acostumbrarnos a este manejo ya que para hacer los cambios sólo necesitamos tener una aceleración constante aunque sea poca, como al andar en ciudad, para luego empujar la palanca hacia arriba engranando las siguientes velocidades.
Esto nos ofrece en primer lugar mucha comodidad en el tránsito al evitar estar presionando el embrague a cada rato pero lo más divertido es que nos permite tener una gran aceleración ya que centra nuestra atención en las revoluciones y el cambio en un solo movimiento. Sobra decir que el cambio entre primera y segundo puede ser algo brusco si vamos muy lento.
El día de pruebas comenzó con el viaje a la Ciudad de Pachuca para llegar al kartódromo de la localidad (CenKart), el tramo rutero nos mostró la estabilidad de la moto y su rápida respuesta de frenos. Los 175 caballos emocionan al abrir el acelerador, el efecto de velocidad se acentúa gracias a la caja de cambios, ya que al revolucionar la máquina el cambio sin embrague es totalmente imperceptible, algo así como tener un scooter a 200 km/h.
Gracias a la posición de manejo se puede circular sentado de manera normal pero también al estilo deportivo clavando la cabeza bajo el parabrisas que logra un buen corte aerodinámico en cualquiera de las dos posturas. El manejo es suave incluso en las frenadas esto gracias al programa ESA II que para la ruta utilizamos el apartado “normal”, mientras que en la ciudad con sus múltiples imperfecciones optamos por “suave”.
Finalmente llegamos al kartódromo de 800 mts que nos mostraba un trazo sinuoso y de curvas cerradas. Antes de entrar a pista pusimos la suspensión en Sport, la cual se notó sensiblemente en la dureza de la misma pero adecuándose de mejor manera al curveo y precisión de la dirección.
El circuito demandaba más precisión que velocidad y apenas se podía meter cuarta velocidad por un breve momento antes de realizar los cambios hacia abajo (para los cambios descendentes si se requiere embrague). Este punto es importante para los que comienzan con las motos ya que en muchas ocasiones nos enfocamos a exprimir el motor olvidándonos que la base del manejo es la sensibilidad en curveo y el dominio en baja velocidad, lo que se traduce en un mejor manejo.
El trazo de la pista nos dejó comprobar la ligereza y facilidad de maniobra de la “KS”, pequeños trayectos en zigzag con salidas rápidas a mini rectas permitieron sentir la aceleración para luego apurar el frenado para entrar a la siguiente vuelta, cuestión que nunca nos sacó de balance gracias al ABS.
En la pista también contamos con la ayuda de Samara González, piloto de carreras a nivel amateur, quién demostró sus cualidades con esta moto de mayor tamaño que la que ella acostumbra (Yamaha R6), al final el comentario fue concreto “se maneja muy fácil y casi como de pista, además la caja semisecuencial hace más rápida la salida de las curvas”.
El comentario de “casi de pista” va encaminado a que esta moto no lo es, ya que la K1300S es de turismo deportivo, compitiendo contra la Suzuki B King y la Yamaha FJR, ambas del mismo segmento y con 1300 centímetros cúbicos.
La finalidad de la prueba era por una parte demostrar que no importa ni el tamaño ni complexión de una persona para manejar una moto además de demostrar que una moto turismo de 1300cc puede ser muy divertida curveando en pista.
En conclusión BMW nos ofrece una nueva motorización y caja de velocidades bajo la misma apariencia que ganó muchos adeptos. La unidad brinda comodidad, tecnología y lo más fundamental, pasión al manejarla.
Datos técnicos:
Motor
Capacidad: 1,293 cc
Potencia nominal: 129 kW (175 hp) @ 9,250 rpm
Par motor: 140 Nm @ 8,250 rpm
Motor: cuatro cilindros de cuatro tiempos, refrigerado por agua, dos árboles de levas, cuatro válvulas por cilindro
Desempeño / consumo de combustible
Velocidad máxima: más de 200 km/h
Rendimiento promedio: 21.2 km/l. (velocidad constante de 90 km/h).
Rendimiento promedio: 18.1 km/l. (velocidad constante de 120 km/h).
Dimensiones / pesos
Altura del asiento: 820 mm (asiento bajo 790 mm)
Peso con tanque de combustible lleno: 254 kg
Peso en seco: 228 kg
Longitud: 2,182 mm
Altura (sin espejos): 1,221mm
Anchura (con espejos): 905mm
Costo de la unidad probada al mes de junio de 2009: 24.900 dólares.
Comentarios: ricardo@autocosmos.com