El complejo de Chihuahua en México, que comienza su historia en 1983 ha dado vida a diversos modelos de Ford, con motorizaciones 2.0 y 2.5 litros de cilindrada, para el mercado mexicano y de exportación. Autos como Ecosport, Focus, Fusion, Fusion Híbrido, Escape y Escape Híbrida han salido de estas instalaciones que ahora bajo la inversión anunciada hace poco tiempo por Ford de 3 mil millones de dólares, la planta se verá favorecida con la adecuación de la línea de producción para las plantas de poder de 6.7 litros turbo diésel.
En el pasado, las series F de Ford eran motorizadas por la marca International, y seguirán de esta manera en las unidades año-modelo 2010, pero a mediados del próximo año la gama 2011 contará con los nuevos diésel Power Stroke fabricados en México.
Los modelos F-250, F-350, F-450, y F-550 se verán beneficiados con esta nueva mecánica que brindará un mayor torque gracias a la máquina diésel, además de reducir su consumo y emisiones contaminantes.
En la parte social de este anuncio se destaca la generación de empleos, que son 1.100 directos y aproximadamente 3.300 indirectos cuando la red de distribución y proveedores se asienten a finales del 2010. Por otra parte, Ford se encuentra en la capacitación de alrededor de 800 empleados para la nueva gama de motores.
La inversión de esta nueva planta de motores es de aproximadamente a los 900 millones de dólares que básicamente se fueron en la adquisición de los equipos y herramientas de trabajo. El resto de los 3 MDD, serán destinados a las adecuaciones de la planta de Tultitlan para la fabricación del Fiesta el año venidero, así como una alianza con Getrag en Irapuato para nuevas transmisiones.
En la presentación de las nuevas instalaciones estuvo presente el C. Presidente Felipe Calderón quién argumentó un repunte de la industria automotriz, así como un panorama de mejoramiento y salida de la recesión para el 2010, información que contrasta directamente con las proyecciones de la AMIA.