La actual tendencia de la industria automotriz es la de fabricar pequeños motores mucho más eficientes en sus consumos y reducidos en sus emisiones, pero gracias a los preparadores independientes seguiremos escuchando el bramido de un ocho o doce cilindros.
Los alemanes de Brabus se han encargado de montar el motor V12 en cuanto Mercedes se pueda y la SUV GLK no se salvó del tratamiento de hormonas así que ahora bajo el pie derecho tendremos 730 Cn con un par motor de 1.350 Nm (...), ideales para ir a realizar las compras diarias o llevar a los niños a la escuela.
La nueva maquinaria de la GLK va acompañada de dos turbos, lo que explica la cantidad de par motor, el cual los muchachos de Brabus pensaron que tal vez era demasiado, por lo que lo limitaron a 1.100 Nm, que ya es muy razonable... Algo que también la hace muy segura es que toda esa potencia va a parar directamente al eje trasero, cosa que por supuesto hace feliz a los fabricantes de neumáticos.
Con estas prestaciones la GLK se proclama como la más rápida del segmento, con apenas 4,2 segundos para llegar a los 100 km/h y subiendo hasta los 322 km/h. Para detener a este mastodonte se necesita un nuevo sistema de frenos, compuesto por discos delanteros de 15” (sí, del tamaño del la rueda de un Golf) de 12 pistones y en la parte trasera se asoman dos discos de 14 pulgadas.
Obviamente todo el chasis fue retocado así como los soportes del motor y torsión del conjunto para soportar la nueva potencia. Estéticamente dispone de un paquete aerodinámico que no sólo lo hace ver amenazante sino que tiene trabajo en túnel de viento para reducir su incidencia al viento.
La parte interna cuenta con nuevos tapizados en alcántara, detalles en aluminio y fibra de carbono como ya es casi obligado en tuning de alto nivel como los que hacen en Brabus.