Los principales parámetros del sector mostraron en diciembre el mantenimiento del ritmo de recuperación que la actividad venía registrando en los últimos meses de 2009.
Así, la producción en el mes de diciembre alcanzó a las 53.152 unidades, con una baja del 5,9 % respecto de noviembre, una suba del 99% respecto de igual mes del año anterior y, en todo 2009, se acumularon 512.924 unidades que representa una baja del 14,1 respecto de las 597.086 de 2008.
En diciembre las exportaciones alcanzaron a los 34.559 vehículos, un 12,1% inferiores a las de noviembre y superan en un 112,3 % a los envíos de igual mes del año anterior. En todo el año las exportaciones totalizaron 322.495 unidades, con una merma del 8,1% respecto de las 351.092 de 2008.
En tanto, las ventas a concesionarios en el último mes del año llegaron a los 44.850 vehículos con un aumento del 7,3%, que además representan una suba del 25,7% respecto de diciembre de 2008.
En doce meses se acumularon ventas por 487.142 unidades, con una baja del 20,4% respecto del año precedente. Para el caso de los vehículos de producción local, las ventas anuales alcanzaron las 198.732 unidades, con un retroceso del 16,7% respecto de 2008.
Respecto a estos resultados, el Director Ejecutivo de ADEFA, Fernando Rodríguez Canedo, comentó que en diciembre se mantuvo el ritmo de recuperación que el sector venía registrando en los últimos meses del año, reflejando así que el impacto de la crisis financiera fue menor al que se estimaba a principios de año, e incluso del que en definitiva sufrieron otras regiones.
Destacó que el cierre de 2009, además de arrojar un resultado alentador, a la vez constituye un punto de partida que plantea renovados desafíos para el corto, mediano y largo plazo.
En este sentido detalló que, partiendo de la base de la matriz exportadora que ha moldeado la industria automotriz local, entre esos desafíos sobresale la búsqueda permanente y el afianzamiento de niveles de competitividad por parte de toda la cadena de valor, debiéndose encontrar un punto de articulación para maximizar la efectividad de todos los costos de producción, no sólo de componentes, sino también los de otros insumos, de los servicios, mano de obra y tributarios.
Señaló que en esa dirección se impone seguir generando, conjuntamente entre el sector público y el privado, condiciones atractivas para poder competir por la asignación de nuevas inversiones, que promuevan el desarrollo de las nuevas tendencias técnico-productivas que se perciben a nivel internacional, destacándose la búsqueda de optimizar el uso de combustibles con fines medio-ambientales, la mejora en la funcionalidad y la mayor seguridad activa y pasiva en los vehículos, programas que desde ahora comienzan a considerarse y decidirse en las casas matrices para el trienio 2011-2013.