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Test drive

BMW X1 xDrive 20d: El "benjamín" de la serie

Exclusivo: lo probamos a fondo. Cuesta u$s 55.000. Sabés lo que opinamos? Una lectura imperdible.

BMW X1 xDrive 20d: El "benjamín" de la serie

El nuevo BMW X1, es el hermano menor de los ya conocidos X3 y X5 y tuvo su debut mundial hace sólo nueve meses.

Para definirlo bastaría decir que es un todo terreno, pero visualmente, ese encasillamiento parece ser desmentido por su aspecto, en el que mucho tiene que ver la altura de apenas 1m 55, lo que unido al despeje mucho mayor al de un auto de turismo, le da una proporción extraña, a mitad de camino entre un todo terreno convencional y una berlina familiar.

De esta gama X1, los hay de tracción integral individualizados como “xDrive” (uno de ellos es el que probamos) y también de tracción simple, trasera por supuesto tratándose de un BMW, los denominados “sDrive”.

En Argentina están ya presentes en tres diferentes versiones. Por un lado dos llevan motores Diesel idénticos, que son de última generación con disposición de cuatro cilindros en línea, turbo con intercooler y distribución common rail.

La potencia que se obtiene es de 177 CV con un par motor máximo de 36 Kgm. De estos gasoleros existen las dos versiones 4x4 y 4x2. De las unidades que nos llegan, las sDrive vienen con caja manual de seis marchas, en tanto las xDrive con automática de 5 cambios.

En cuanto al naftero, sólo es asequible aquí con la tracción integral y recibe el nombre de xDrive 28i, alusión a su impulsor de seis en línea aspirado, que en realidad es un tres litros (2.996 cm3) con una potencia máxima de 258 caballos, el que está asociado a la caja de velocidades automática y a la tracción integral, que en ninguno de los casos es provisto de caja reductora (alta y baja).

El estilo es el que puede esperarse de un producto actual de la casa bávara, con líneas muy marcadas pero sutilmente musculosas. Con un índice de penetración aerodinámico de cx 0,33, muy aceptable por tratarse de un todo terreno.

El largo total de 4,55 metros con trochas muy generosas por su tamaño, el que puede asimilarse al de un Ford Kuga , al Land Rover Freelander, al Toyota Rav4 y aún al Volkswagen Tiguan.

En Europa los X1 (que comparten elementos estructurales con los Serie 3 normales, comienzan a ser una alternativa al Audi A4 Allroad, al Saab 9-3X o al Skoda Scout, más que a los todo terreno livianos y citadinos como el mismo Rav4 o el Honda C-RV.

La mayor altura del piso del vehículo al suelo (es de 194 mm) lo hace ideal para una marcha alegre en caminos embarrados, nevados o de piso muy desparejo.

Pero no está pensado para hacerlo trajinar en pisos demasiado escarpados o extremadamente difíciles. Si se encuentra a sus anchas en carreteras, obviamente en mayor grado aún si se trata del de tracción simple.

El xDrive testeado puesto en una ruta poceada o en un camino de tierra con marcadas huellas y en las que se encuentren incluso huellones (lo hicimos…) trasmite una agradable sensación de robustez, que da la inefable idea que se puede llegar así hasta el fin del mundo. Un diez merece el balance total de las suspensiones, que permite aquellas vivencias.

Aquella desproporción entre su despeje y su altura total, provocan una cierta incomodidad para acceder a las plazas delanteras o a las traseras, ya que hay que estirarse para subir y al mismo tiempo evitar el golpe de la cabeza contra el borde superior del hueco que deja la puerta. Es cuestión de acostumbrarse a ello…

El puesto de conducción es excelente, y varias circunstancias confluyen para eso: las butacas son muy cómodas y ofrecen una sujeción total, especialmente para contrarrestar la inercia del cuerpo en los virajes más pronunciados, disponiéndose de todas las regulaciones posibles que se suman a las del volante.

La pedalera conformará a todos por su disposición y profundidad. Pero si el que maneja es de talla elevada y por ello se retrasa la posición del asiento, el espacio que quedará para las piernas de los ocupantes del sector trasero, comprometerá el confort de los pasajeros.

El motor Diesel de dos litros tiene una respuesta inmediata y casi violenta a cualquier régimen. Peca de cierta falta de refinamiento cuando se lo nota algo vibrador y aún ruidoso, pero eso parece parte del juego.

En la prueba de velocidad máxima, pudimos establecerla en 204,4 Km/h, con un motor que aún le faltaban muchos kilómetros para soltarse totalmente.

Nos llamó también la atención el guarismo de apenas 8,4 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h, en la cual comprobamos la eficacia de los frenos, asistidos por un ABS que interviene solamente cuando realmente se lo necesita.

El consumo es moderado a velocidades legales (por ejemplo a 130 Km/h en autopista) con un gasto de 7,5 a 8 litros para recorrer 100 kilómetros.

En ciudad obviamente se eleva, y lamentablemente la versión probada –de caja automática- no dispone de un dispositivo que sí tienen los de caja manual,  el que detiene la marcha del motor por ejemplo en un semáforo o ante unas barreras bajas, para arrancar al reiniciar la marcha; tampoco el de recomendación de que marcha utilizar en cada momento para minimizar el consumo.

Las cifras de fábrica indican que el gasto del motor gasolero de 177 caballos es de sólo 5,3 litros a los cien, considerando el mix entre ciudad y ruta. Por supuesto que es una medición ideal, de laboratorio, digamos.

Del equipamiento sobresalen –de serie- los seis airbags, pero ninguno de ellos de rodilla o lateral, controles de estabilidad y de tracción, faros halógenos de luz diurna (opcionalmente de bi-xenón), techo solar panorámico y ganchos Isofix.

Además, audio con todos los chiches, llantas de aleación de 17 pulgadas pero sin rueda de auxilio, ya que las cubiertas son de tipo “run flat”, es decir de aquellos que una vez que se desinflan notoriamente, obligan a una marcha lenta hasta la primera gomería donde puedan repararla, que en Europa puede estar a 20 kilómetros y aquí a unos cuantos centenares…

Párrafo aparte merece el sistema de información, en el cual, a través de una pantalla se pueden visualizar varias funciones del vehículo, de la radio, de la computadora de a bordo, más un utilísimo navegador satelital que cuenta con los mapas de nuestro país.

El precio del xDrive 20d que probamos es de 55.000 dólares, contrapuesto a los 49.900 del sDrive de tracción simple y trepa a los 62.500 dólares en el “top of the line” xDrive 28i naftero. En los tres casos la garantía es de tres años o cien mil kilómetros.