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Test drive

Suzuki Kizashi 2010 a prueba

Un compacto japonés que fue puesto a punto en la pista de Nürburgring en Alemania<br />

Suzuki Kizashi 2010 a prueba

Antecedentes
El Suzuki Kizashi es un sedán del segmento de los compactos, el primero de éste tipo para la marca japonesa. La intención de incursionar a este mercado fue el ofrecer un producto de calidad superior como competidor del Honda Accord, Toyota Camry, Mazda6 y Nissan Altima, que además los superara en comportamiento dinámico.

Características técnicas y mecánicas
Un motor cuatro cilindros de 2.4L de capacidad que produce 180Hp es el encargado de mover a este sedán. Está acoplado a una transmisión continuamente variable que simula seis relaciones.

Utiliza suspensión independiente para las cuatro llantas y la tracción es enviada únicamente a las delanteras. Los rines, son de 19 pulgadas, por lo que hay que tener cuidado de los innumerables baches que encontramos en nuestro país.

Manejo
Al principio es difícil saber por qué este auto vale lo que cuesta y es que por lo menos al presionar el pedal derecho, la aceleración no es la que uno esperaría. La transmisión continuamente variable podrá mantener el rango de revoluciones justo donde se encuentra el torque, lo cual es muy útil una vez en movimiento, pero el problema es llegar a este. En ciudad, la transmisión entorpece el movimiento de arrancar rápidamente como en una esquina donde necesitas llegar rápido a la potencia del motor, pero una vez que manejas en carretera, es difícil recordar este problema.

En un camino con suficientes curvas, el tiempo que le dedicó Suzuki a la puesta a punto de la suspensión, frenos y plataforma en la pista de Nürburgring en Alemania, sale a relucir. Al Kizashi parecen gustarle las curvas y por más rápido que entres a una, éste simplemente ríe, continúa su camino y pregunta qué mas tienes que ofrecerle. El agarre es impresionante, por más que le exijas al chasís y a la dirección, el auto cambia de dirección justo para donde quieres.

El motor, aunque pareciera un poco necesitado de potencia, si mantienes las revoluciones en la parte alta, podrás exprimirle todo el jugo que ofrece, aunque eso sí, el consumo se verá mermado. Los cambios manuales se controlan mediante unas paletas montadas detrás del volante y los hace rápidamente inclusive descendientes por lo que resulta bastante divertido de manejar, aunque sí hay que decirlo, podría tener mucha más potencia y serlo todavía más.

Interior
El acceso al interior se hace mediante una llave de presencia, así que no es necesario sacarla de la bolsa para abrir las puertas. Simplemente hay que apretar un botón en la manija y los seguros se abren. Aunque en un principio el interior pareciera bastante ordinario, hay que tomarse el tiempo y acercarse a los pequeños detalles para poder apreciarlo de manera general. Los materiales utilizados y el ensamble son de excelente calidad. Toda superficie que tocas ha sido supervisada. Algo en que esto se puede apreciar perfectamente es en los botones pues tienen una textura suave y su funcionamiento no requiere de mucha presión –una calidad que sólo veíamos en sedanes de origen alemán. También tiene sus fallas, pues en la parte baja del tablero sí encontramos espacios que dejaron sin tapar y que dejan ver algunos de los cables.
El sistema de sonido es Rockford Fosgate de 425W con una muy buena fidelidad. Reproduce CD MP3, radio AM/FM e integra la comunicación Bluetooth para el teléfono.
Los asientos son cómodos y aunque el espacio para las plazas traseras podría mejorar, es suficientemente espacioso para acomodar a cuatro adultos.

Conclusión

Aunque la potencia del motor de 2.4L nos dejó con ganas de más, sí creemos que globalmente el Kizashi es un producto muy refinado, confiable y sobre todo divertido cuando se le exige. Sí, con lo que cuesta casi puedes adquirir un Honda Accord de motor V6 con mayor potencia, pero Kizashi luce tan fuera de lo ordinario y se maneja tan diferente de sus competidores, que vale la pena el elevado precio. ¡Esperamos con ansias esa versión turbo!