Renault presenta un nuevo Renault Mégane RS, el N4, una nueva vuelta de tuerca al modelo que estará preparado para competir dentro de las competiciones del mismo nombre de la FIA.
El grupo N, creado en 1982, presume de ser la categoría cuyos coches se parecen más a los modelos de calle.
Está abierto a coches de producción masiva, que hayan sido producidos de manera consecutiva al menos durante doce meses, y en los que únicamente se permiten pequeñas modificaciones, como las cajas de cambios que se utilizan, que deben ser específicas para competiciones, por razones de fiabilidad, pero deben montarse en la carcasa original del vehículo.
Por eso no son demasiadas las diferencias respecto al coche de calle. Así, el rendimiento del motor de 2.0 litros y 16 válvulas ha sido mejorado, gracias a una centralita electrónica diseñada por Cosworth, desarrollando una potencia de 265 caballos, y un par máximo de 470 Nm a 3.000 rpm.
Monta una caja de cambios de cinco marchas con diferencial autoblocante, un embrague es de AP Racing, y un escape deportivo con convertidor catalítico y silenciador.
El Mégane RS N4 está equipado también con jaula antivuelco, asientos tipo baquet con arneses de seguridad y extintor con accionado electrónico. Sin embargo, el interior ha sido literalmente vaciado de todo lo innecesario.
No obstante, al panel de instrumentos básico se le añade una pantalla que muestra datos del comportamiento del motor, tiempos, etc. Desde afuera, los cambios son mínimos, a excepción de la toma de aire en el techo.
Los frenos Brembo se han adaptado para el RS N4, y mientras que los traseros son los mismos que los de la versión de calle, los delanteros tienen una medida de 35,5 centímetros, con unas pinzas de cuatro pistones, en lugar de los dos habituales. Se incorporan también suspensiones Öhlins con amortiguadores hidráulicos regulables.
El precio de esta versión con kit completo de competición, adaptada para las carreras del grupo N de la FIA, es de 57.500 euros.