Cadillac, filial de lujo de General Motors, nos sorprende con el Ciel Concept (que en inglés se lee C-L, traducción francesa de cielo), un descapotable de grandes dimensiones y techo eléctrico claramente inspirado en los modelos de la década del sesenta, así como en una larga dinastía de vehículos convertibles.
Espacioso y elegante, -mide más de 5 metros de largo- este prototipo explora la viabilidad de un Cadillac en un segmento actualmente ocupado por modelos como el BMW Serie 6 Cabrio o el Maserati GranCabrio. El convertible conceptual, presenta 4 puertas, las traseras de movimiento opuesto a las delanteras y sin pilar B.
El frontal es muy vertical, mientras que se emplean formas contorneadas en el resto de la carrocería, además de una suave zaga con ópticas 100% Cadillac (son de LED, como los faros), el Ciel Concept luce un marco cromado en el parabrisas (elemento que además ejerce una labor de seguridad clave), llantas de 22 pulgadas y frenos cerámicos.
El Cadillac Ciel Concept monta una mecánica híbrida: consta de un propulsor de 3.6 litros y 6 cilindros en V de 425 caballos con doble turbo asistido por otro de naturaleza eléctrica que toma la energía de una batería de iones de litio.
El interior, de estampa marcadamente minimalista, admite 4 ocupantes y cuenta con una consola de tipo flotante que se prolonga desde el tablero y hasta las plazas posteriores, individualizando el espacio de cada pasajero.
El interior es un lujoso espacio con tratamiento a base de suaves tonalidades beige degradadas y aplicaciones de madera de olivo italiano reciclada, cuero y detalles metálicos mecanizados.
Con una instrumentación transparente reducida al mínimo para no interferir en el placer de la conducción, aporta soluciones como una confortable climatización indirecta. Luces indirectas, selector emergente del cambio (como en el Jaguar XF), asientos con calefacción y ventilados totalmente ajustables de forma eléctrica, espacios para crema solar, toallas, anteojos de sol y hasta humidificadores para puros son algunas de las sorpresas que depara puertas adentro.
La intención de sus responsables ha sido trasladar un ambiente sumamente artesanal de máxima categoría que impregne los sentidos del paisaje, incluso su olfato. Al parecer, el color de la carrocería, conocido como Cabernet, se inspira en reflejo que produce la puesta del sol en una copa de vino tinto. ¿A producción?. Habrá que esperar la evalución de la marca, y la percepción del público, quienes finalmente definirán si entra a línea de producción, o sólo se queda en una muestra de intenciones.