Antecedentes
Usualmente cuando escuchamos el nombre Porsche pensamos inmediatamente en el mítico 911, un modelo que desde 1963 ha sido un sinónimo de deportividad en el mundo automotor. Sin embargo, el planteamiento mecánico del 911 es por decirlo en una palabra, equivocado. Posicionar el motor sobre el eje trasero es un error desde el punto de vista de distribución de peso. Porsche lo sabe y aún así se ha mantenido estoica desarrollando y refinando su icónico vehículo al grado de que en la actualidad sigue siendo un referente en el terreno de los deportivos incluyendo sus versiones frenéticas como los Turbo, GT3 y GT2.
Hacia finales de 1996, se presentó la primera generación del Boxster, un roadster de motor central que, de alguna manera, tenía la intención de revivir las glorias de modelos como los: 356 Speedster y Spyder o el 550 Spyder. En 2005 llegó la segunda generación del citado convertible, sobre el cual se desarrolló un vehículo coupé también de motor central, pero más poderoso, denominado Cayman que fue introducido al mercado en 2006 y que es bien sabido por todos, incluido Porsche, que es un titán en potencia. Tanto que podría sin ningún problema hacer pedazos a un 911, por lo que siempre estuvo limitado en prestaciones para no dañar a su hermano mayor.
Ahora que se acerca el final del ciclo de vida tanto del 997 (911 actual) como del Cayman, el fabricante ha desarrollado una variante extrema denominada R que hace alusión al 911 R de 1967, un vehículo de competencias aligerado del que solo se fabricaron 20 ejemplares. Este Porsche Cayman R no solo es un vehículo capaz de hacer sombra a los 911, sino que bien podría competir de frente con otros vehículos más poderosos y costosos.
Características Técnicas y Mecánicas
El Cayman R emplea el mismo motor seis cilindros opuestos de 3.4 litros que la versión S, pero que ha ganado 10 CV, para hacer un total de 330 caballos. Aunque en el papel el caballaje no espante a nadie, la gran noticia aquí es que el R es 55 kg más ligero que un Cayman común, de hecho es apenas 20 kg más pesado que el Boxster Spyder. Las transmisiones pueden ser manual de seis cambios o de doble embrague PDK de siete como la incorporada a nuestra unidad de pruebas y que ciertamente adiciona algunos kilos (25 kg) al conjunto.
En este auto la suspensión adaptativa Porsche Active Suspension Management no está disponible. En su lugar, unos amortiguadores Bilstein y resortes más duros que rebajan la altura del auto en 20 mm en comparación con el Cayman S, son la única opción.
Al ser una variante totalmente enfocada a las pistas, el Cayman R incorpora un diferencial de derrape limitado, llantas de 19 pulgadas más ligeras (- 5kg), puertas de aluminio (-15 kg) y asientos de competición con estructura de fibra de carbono. Todo lo anterior con la idea de ofrecer un paquete más ligero.
Como si fuera poco, el Cayman R puede prescindir del equipo de audio y aire acondicionado, así como incorporar un sistema de frenos en compuesto carbono–cerámico y batería de iones de litio para ahorrar algunos gramos más.
Manejo
En una palabra, el Porsche Cayman R es ¡Soberbio!, absolutamente todos los componentes tienen la única misión de entregar el manejo más preciso y gratificante posible. La dirección es rápida y precisa como pocas, con muy buenos niveles de retroalimentación, es decir, siempre nos deja saber hacia adonde apuntan las ruedas frontales.
La respuesta del motor B6 (Boxer) de 3.4 litros es excelente, siempre hay torque no importando a que régimen de giro funcione, aunque claro está que conforme nos acercamos a la parte roja del tacómetro, la entrega de potencia se vuelve más explosiva La transmisión PDK efectúa los cambios muy rápido, encontrando siempre el engrane más adecuado para exprimir de la mejor manera las prestaciones del motor. Según Porsche, el Cayman R con PDK es capaz de acelerar de 0–100 km/h en apenas 4.9 segundos, así como de entregar una velocidad máxima de 282 km/h.
El hecho de llevar el motor en posición central hace que el Cayman R, que tiene un reparto de pesos del 44% adelante y 56% atrás, tenga un balance excepcional, la manera de plantarse en curvas es perfecta y si a esto le agregamos el diferencial de derrape limitado que ayuda a poner la potencia en la rueda con más tracción, tenemos un vehículo con capacidades de “curveo” impresionantes, que incluso se acercan a lo irreal.
Aunque 330 CV parecieran no ser demasiados, sobre todo si tomamos en cuenta que son potencias que se pueden ver en los sedanes medianos de alta gama, hay que recordar que el Cayman R es un vehículo muy ligero, de 1,295 kg en el caso de la variante manual y 1,320 para la PDK, por lo que la relación peso potencia es de 4 kg por cada caballo de poder. Un exponente fiel a la filosofía de Colin Chapman.
Evidentemente todo lo anterior debía tener consecuencias y el Cayman R es un vehículo durísimo; la suspensión deportiva, los asientos tan ajustados y el hecho de ir sentado tan cerca del piso hacen de este auto un verdadero suplicio cuando se transita por caminos en mal estado, prácticamente no hay filtración de las imperfecciones del camino, dejando saber a los ocupantes absolutamente toda irregularidad del asfalto.
Conclusión
Definitivamente el Porsche Cayman R es un vehículo pensado para entregar la máxima experiencia deportiva, no es un vehículo apto para el uso diario aún cuando presenta buena capacidad de carga para los dos ocupantes, ya que en trayectos citadinos el comportamiento es bastante duro.
Es sin duda el vehículo ideal para un día en las pistas o para sacar todo su potencial en alguna ruta sinuosa. Optar por esta versión y agregarle elementos como el aire acondicionado o el sistema de audio es aniquilar parte de su espíritu de auto ligero. Suponiendo que el afortunado poseedor tenga otro/s auto/s más para cubrir sus necesidades de transportación cómoda y familiar, este podría ser el uno de los mejores juguetes que se pueden comprar.