Cerca de cumplir los 40 años de edad y sin motivaciones, Carlos Alberto Reutemann decidió hace tres décadas su retiro de la Fórmula 1. Fue el domingo 21 de marzo de 1982 después de correr el Gran Premio de Brasil. Fiel a su estilo, no lo decidió de golpe y lo fue analizando durante varios meses.
Después de perder el título de 1981 en Las Vegas, Reutemann dijo basta y hacia fines de aquella temporada le comunicó a Frank Williams que no seguía. Pero ante la insistencia del team manager inglés y la afirmación de quedaba como piloto número uno tras el retiro del australiano Alan Jones, Lole decidió continuar.
El santafesino había arrancado la temporada con un gran segundo puesto en el GP de Sudáfrica corrido en Kyalami, con victoria del francés Alain Prost con el Renault-Turbo. Reutemann se mostró sonriente en aquél podio, pero quienes estaban cerca suyo no descartaban la salida de la Máxima del actual Senador Nacional por Santa Fe.
Aquel año no hubo GP de la República Argentina. La carrera estaba pautada para el 7 de marzo, pero la falta del presupuesto requerido le impidió al ACA organizarla, según informa la edición 826 de CORSA. Bernie Ecclestone, a cargo de la FOCA (Asociación de Constructores de la Fórmula 1), no habría aceptado la oferta de la entidad madre local.
Entonces los fierreros argentinos no pudieron ver por última vez en acción a Lole. Fue entonces en Brasil, en el circuito de Jacarepaguá, donde Reutemann disputó su última competencia en la Máxima. En ese escenario, Carlos ganó en 1978 y 1981. Más allá de eso, en la previa dio un sorpresivo anuncio: “más que una carrera será una tortura”.
Lole clasificó sexto con su Williams FW 07 D. Ante un sofocante calor que superó los 35 grados, dio pelea mientras pudo hasta que en la vuelta 21 se enganchó con el Renault-Turbo del francés Rene Arnoux y ambos quedaron afuera.
Tras 63 giros, la carrera fue ganada por Prost, quien así se afirmaba en la punta del campeonato. Lo escoltaron en el podio el irlandés John Watson (McLaren-Cosworth) y el inglés Nigel Mansell (Lotus-Cosworth).
Horas más tarde Reutemann dijo basta de forma definitiva y a la noche en el hotel le comunicó su decisión a Frank Williams. En la mencionada edición de La Única, Lole indicó que “le dije que me retiraba, que me parecía que yo no me encontraba en condiciones de responderle como merecía…”
Agregó sus explicaciones indicando que “abandono la F.1 y esta vez es terminante. Pensé mucho cuáles eran realmente mis sentimientos hacia ella, antes del GP de Sudáfrica y, ya no tan relajado, entre la carrera de Kyalami y la de Río. Solo varió el resultado de una a la otra, y en Brasil todo se vino abajo”.
“No influyeron tanto los líos políticos (conflicto FISA vs. FOCA) ni el mayor esfuerzo físico que requiere la F.1 actual. Cambié yo. Ya no tenía el mismo entusiasmo, ya no hacía las cosas del mismo modo que antes, sentía indiferencia hacia todo, hacia la técnica, hacia el ambiente”, subrayó.
“No es que vea mal a la F.1. Como espectáculo la noto incluso más fuerte que el año pasado, técnicamente atraviesa un momento excepcional… Y los conflictos políticos, tarde o temprano van a arreglarse. Pero la F.1 se terminó para mí”, indicó.
Finalmente y sin imaginarse que después de 30 años – y más aún- ningún otro compatriota pudo ser competitivo en la F.1, afirmó que “lo ocurrido en Las Vegas está olvidado y no tengo ninguna secuela. Sencillamente me faltan motivaciones… En fin, ¡que pase el que sigue…!”
El estadounidense Mario Andretti, nada menos, ocupó su lugar en la carrera siguiente en Long Beach. Paradójicamente, aquella temporada tuvo como campeón al por entonces compañero de Reutemann, el finlandés Keke Rosberg, quien ese año ganó solo una carrera en el GP de Suiza corrido en el circuito francés de Dijon-Prenois.
Ese fue un año raro y triste en la F.1. Los Renault-Turbo no fueron consistentes en el resto de la temporada. Ferrari y el automovilismo sufrió la muerte de Gilles Villeneuve en las pruebas de clasificación en Zolder, Bélgica. Su otro baluarte, Didier Pironi, quien lideraba el Mundial; padeció un gravísimo accidente en Hockenheim que lo dejó fuera de las pistas. El italiano Riccardo Paletti (Osella) también perdió la vida en Canadá. Nelson Piquet fue protagonista, pero no pudo repetir la corona y el veterano Watson hizo lo que pudo y se quedó con un merecido subcampeonato empatando en puntos con Pironi.
Muchos aseguran que si Reutemann se hubiese quedado en la Máxima esa temporada, habría sido el campeón. Tras estas alternativas, el santafesino le dijo a CORSA que “ahora deberá creer en el destino...”
Más allá de eso Carlos Alberto Reutemann se fue aquel día de la Fórmula 1 dejando su sello. Fue una década intensa donde dejó todo y mucho más por la ansiada corona. No pudo lograrlo, pero el ambiente internacional recuerda su paso por la Máxima con suma admiración y eso vale tanto como la gloria de un campeonato.
Fuente: CORSA