Manejar un automóvil se convierte en una actividad estresante en cierto punto, donde se requiere nuestra atención al 100% para cuidarse del conductor imprudente, el peatón que sale de la nada y del motociclista que aprovecha cualquier hueco para pasar entre otros autos.
Actualmente, en las grandes ciudades muchas personas llegan a pasar más de 90 minutos al día en su automóvil, realizando el trayecto de casa al trabajo. Adicionalmente, la sensación de encierro en el vehículo y de no poderse moverse con la unidad para ningún lado, aumenta considerablemente el estrés.
Por eso, que en está ocasión te damos unos consejos para reducir o “evitar” hasta cierto punto el estrés causado por el tránsito vehicular y llegar tranquilo a tu destino:
Organiza y planeá tu ruta. Uno de los principales factores que produce estrés al manejar es el tiempo perdido. Estar atento a las últimas actualizaciones de tránsito te puede ayudar para evitar embotellamientos y tomar la ruta correcta a tu destino.
No pierdas el control. Evitá a los conductores agresivos, es mucho mejor dejarlos pasar y que sigan su alocado camino. Tratá de no tener discusiones con otros conductores, ya que sólo incrementaran tus niveles de nerviosismo. Acordate que no ganás nada enojándote.
Mantené la calma. Muchos de los factores que causan un embotellamiento están fuera de nuestro control. Sin embargo, la forma en la que manejamos y el respeto a los demás influyen en la experiencia que tenemos al volante. Poné buena música que te ayude a sentirte alegre y calmado, aprovechá que nadie escucha y cantá esa canción que tanto te gusta sin verguenza y bien alto.
