El Nissan GT-R lleva en sus espaldas la legendaria historia del Skyline, una de las denominaciones que más adrenalina despierta en la sangre de los tuercas apasionados a nivel mundial. Su antecesor, el R34, catapultó la fama de este superdeportivo “low-cost” a nivel mundial.
Ahora, el ya conocido GT-R (en realidad le correspondería la denominación R35, pero Nissan optó por eliminarla) se pone a punto para los que desean una estética y performance enfocada para las pistas de carreras.
La versión Track Edition se venderá en los Estados Unidos, por eso en el Salón de Chicago el stand de Nissan exhibe a su GT-R más pistero. Las diferencias con respecto a las demás versiones residen en que se han retirado las butacas traseras para reducir su peso, a la vez que las butacas delanteras están optimizadas para contener más deportivamente a los ocupantes.
Desarrollado mediante varias pruebas en la pista alemana de Nürburgring por el piloto Toshio Suzuki, el sistema de suspensión cuenta con amortiguadores Bilstein DampTronic, resortes más rígidos, spoilers delanteros en fibra de carbono con ductos de aire para la refrigeración de los frenos y un interior enfocado en maximizar el agarre del piloto.
El motor sigue sin cambios, entregando 545 CV y 627 Nm de torque, acoplado a una caja de doble embrague con 6 velocidades. Solamente 150 unidades de esta edición serán comercializadas, comenzando las ventas en mayo de este año.
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