En el marco del BaselWorld 2013, el salón más prestigioso del mundo si de relojes y guarda tiempos se habla, se presentó el Hublot LaFerrari, un extravagante instrumento de medición que además de dar la hora exacta, le brindará a uno de sus afortunados 50 propietarios un nivel extra de estatus.
Para develar ésta obra maestra de relojería los señores Jean Claude Biver, propietario de la marca Hublot, y Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Ferrari, se dieron cita en la ciudad suiza de Basilea.
¿Qué artefacto fue capaz de juntar a dichos personajes?
El Hublot LaFerrari, una creación de ingeniería sofisticada que consta de 637 componentes, algunos visibles solo con una poderosa lupa y con un funcionamiento tan complejo como el auto al que le pidió prestado el nombre para homenajearlo, LaFerrari.
Se trata de una serie limitada a 50 piezas, con un diseño fuera de lo normal, un descomunal tamaño y una cantidad de complicaciones que harán la delicia del aficionado al cual le sobren unos 250 mil euros.
El cuerpo está hecho de titanio PVD, maquinado uno a uno con CNC (Control Numérico Computarizado) y terminado a mano con muchas horas de detallado y pulido por artesanos suizos. Otro de los componentes encontrados es el carbono.
El Hublot MP-05 no cuenta con agujas, las lecturas de la horas, minutos, segundos y reserva de marcha son mediante unos cilindros ubicados en los flancos del reloj y en la parte más baja del mismo. La configuración es de lo más extraño, ya que no representa a ninguna figura geométrica conocida.