El dueño de un Maserati Quattroporte, junto con sus amigos, destruyó a martillazos su auto de lujo, afuera del Salón de Qingdao, China, en señal de protesta por el mal servicio que le otorgó una concesionaria después de varios años.
El propietario del vehículo, del cual se desconoce su nombre, está aparentemente insatisfecho con la agencia Furi Group, quien es la responsable de distribuir los Maserati en el área de Qingdao, y además ha estado reparando la unidad de 423.000 dólares del afectado con repuestos de segunda mano en lugar de las nuevas que se pagaron, así como dejar sin arreglar otros problemas que desde un principio le fueron reportados.
De acuerdo con los reportes, el Maserati fue adquirido en septiembre de 2011, pero en noviembre del mismo año el vehículo regreso a la concesionaría para corregirle un problema. No obstante sin la previa autorización del cliente, la agencia utilizó partes usadas para reparar la falla y le cargo al dueño la cantidad de USD 390 en concepto de repuestos nuevos. Por otro lado, según declaró el propietario cuando revisó su unidad, las piezas utilizadas estaban llenas de polvo. De ahí los asuntos se fueron multiplicaron provocando la ira del cliente y terminando por destrozar el vehículo.
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