Las ventas de BMW subieron de enero a junio un 6%, mientras Audi tuvo un incremento de un 6,4%. El aumento de las ventas en el mercado asiático consiguió compensar la caída de la facturación en muchos países europeos.
A nivel mundial, BMW comercializó en la primera mitad del año 954.521 automóviles de las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce. De esta cifra, un total de 804.248 vehículos fueron de la marca BMW.
Audi vendió en ese mismo periodo 780.500 automóviles. Con estas cifras, tanto BMW como Audi se situaron por delante de Daimler, que vendió 746.300 vehículos en los primeros seis meses. Los tres fabricantes llevan años disputándose la primera plaza en ventas.
El motor de crecimiento de BMW se encuentra en Asia, donde el grupo vendió en seis meses 272.000 automóviles, lo que significa una suba del 14,4%, con respecto a igual período de 2012.
En Estados Unidos, BMW registró un incremento de un 9%. Por el contrario, en el mercado europeo las ventas continúan estancadas en el nivel de 2012 con 437.000 vehículos. El peor mercado para BMW fue el alemán. Con cerca de 138.600 automóviles vendidos, BMW se situó un 6,9% por debajo del nivel registrado hace un año.
Audi también anotó cifras negativas en el mercado alemán con un descenso de un 4,3% en el primer semestre del año, pero, sobre todo, tuvo que hacer frente a una gran caída de las ventas en Francia (-8,6%) y en Italia (-9,8%). Esta caída se vio compensada con el aumento de las ventas en Asia donde la filial de Volkswagen superó la marca de los 200.000 vehículos. Audi está presente en el mercado chino desde hace 25 años y es desde hace tiempo el líder del mercado en automóviles de alta gama.