Nuevo Ford Focus, todo lo que tenés que saber

El Focus siempre fue un gran producto, especialmente la primera generación con su diseño rupturista, pero también por su comportamiento dinámico, respaldado en todas su encarnaciones por el eje posterior multibrazo. Ahora, el nuevo Focus llega con más “fichas” que nunca para dominar el segmento. Te contamos cuales son los diferenciales que podrían hacerlo el favorito de los medianos.

Para comenzar, el Focus 3 se inscribe en el plan One Ford trazado a nivel global por la compañía, en el cual produce un mismo modelo para todo el mundo (con las adaptaciones pertinentes a cada tipo de mercado y cliente), permitiéndole garantizar un standard de calidad, pero también agregar mucha tecnología aprovechando la economía de escala internacional.

El nuevo Focus es la segunda plataforma global producida en Argentina, (después de la Ranger) permitiendo que el 80% de los Ford vendidos en el país sean de carácter mundial. Para ello, la marca invirtió USD 200 millones en su planta de Pacheco, provincia de Buenos Aires.

Además de la ya mencionada suspensión trasera multibrazo, el nuevo Focus incorpora dos motores tecnológicamente avanzados, ambos con sistema Ti-VCT de apertura variable de válvulas dual. El primero es el 1.6L 16V mejorado respecto de los anteriores Sigma I (Focus 2) y Sigma II (Fiesta KD) para entregar 125 CV. El segundo es un 2.0L con inyección directa de nafta que se estira hasta los 170 caballos. Respecto del 1.6L Turbo utilizado por dos de sus rivales (C4 Lounge y 408) tiene 7 CV extra, pero poco torque con 202 Nm a 4.450 rpm vs. 240 Nm a 1.500 giros. Remata el reparto la caja “automotizada” Powershift con doble embrague y 6 velocidades, una opción cara, pero más eficiente que la clásica automática epicicloidal.

Siempre enfocados en la parte dinámica, hay que resaltar la dirección eléctrica (que en el primer contacto se mostró con buen tacto) y una novedad en el segmento, el Control de Torque en Curvas (TVC) presente solo en la versión Titanium que trabaja frenando la rueda delantera con menor agarre, minimizando el subviraje en curvas.

Si bien el chasis es un foco muy importante para Ford, los cañones están puestos en la cantidad de tecnología y “gadgets” embarcados incluyendo el Sistema de Estacionamiento Asistido, el sistema Sync® con control por voz integrado a la nueva interfaz táctil MyFord Touch®, apertura y encendido sin llave, sensores delanteros y traseros de estacionamiento, y cámara de video trasera, entre otros. En el caso del modelo full, el audio ofrece un sistema Sony con 9 parlantes: 2 woofers, 2 tweeters y 1 parlante central adelante, más 2 woofers y 2 tweeters ubicados en la parte trasera del vehículo.

En cuanto a seguridad, dependiendo de la versión, puede contar con Control Electrónico de Estabilidad (ESC) con Control de Tracción (TCS), ABS, Asistencia de Arranque en Pendientes (HLA), detector de baja presión en neumáticos y Control de Velocidad Crucero con limitador de velocidad. En el aspecto pasivo puede llegar a ofrecer 6 airbags, frontales, laterales y de cortina.

Finalmente está el diseño exterior que adopta la segunda etapa del actual lenguaje de diseño de Ford denominado Kinetic Design 2.0. En el caso del hatchback, pierde algo del ímpetu rupturista que caracterizó al Focus original, pero luce más señorial. Donde se produce una verdadera revelación es en el sedán que finalmente luce sofisticado, a tal punto que la marca espera vender casi la misma cantidad de siluetas de dos y tres volúmenes. Además, el sedán es un 8% más aerodinámico que la generación anterior.

Ya tuvimos oportunidad de probarlo en exclusiva en México y de tener un primer contacto con el nuevo Focus en Argentina, ahora esperamos tenerlo en breve en nuestras manos para confirmar en la vida cotidiana todas las virtudes de su ficha técnica. ¿Cuál es tu opinión hasta el momento? ¿Está para liderar su segmento?