En el marco del Salón de Chicago se llevan a cabo muchas develaciones importantes, una de ellas es la evolución de la Navigator de Lincoln, que ha sido un emblema del lujo y poderío estadounidense desde que se presentó hace algunos lustros.
Quizá los cambios estéticos parezcan pocos, destacando el frente característico de Lincoln, que nos recuerda a los modelos de la marca de los años treinta y que fue adoptado hace más o menos 10 años con el relanzamiento del Zephyr, mejor conocido ahora como MKZ.
El detalle más emblemático de la nueva Navigator es que ya no portará más el podroso V8 de 5.4 litros y ahora sólo se ofrecerá con un motor V6 de 3.5 litros turbo “Ecoboost” que entrega la nada despreciable cifra de 370 CV de poder y un torque de 582 Nm. Este nuevo impulsor sale muy bien parado si lo comparamos con el V8 que utiliza su competidora, la Escalade de Cadillac, que entrega 420 CV y 623 Nm de torque con un motor de casi el doble de tamaño, un 6.2 litros. ¡No solo se fijen en la potencia nominal en CV, hay que ver también la fuerza de torque, que es lo que más importa en este tipo de SUVs enormes!
Si bien por fuera nos ofrece poca novedad, en cuanto a motores, Lincoln se atreve a utilizar motorizaciones pequeñas asistidas eficientemente con un turbo. El V6 Ecoboost es una de las respuestas de Ford a la norma denominada CAFÉ (Corporate Average Fuel Economy) que es cada día más estrcita.
