Llamar a revisión es una herida al orgullo para cualquier automotriz y en el caso particular de Aston Martin, esto se agrava con creces, ya que la empresa de superdeportivos de lujo ha realizado un llamado a revisión al 75% de los vehículos producidos entre los meses de noviembre de 2007 y mayo de 2012, por una causa para nada agradable para la industria británica.
En total, se ven afectados por la llamada a revisión unas 17.590 unidades de distintos modelos entre los que únicamente se salva el Vanquish. Los vehículos están siendo retirados debido a que el brazo del pedal del acelerador se puede romper, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un accidente, ya que el conductor sería incapaz de aumentar o rebajar la velocidad, según los documentos de la administración de Tráfico estadounidense.
Todo se generó debido a que uno de sus proveedores, de nacionalidad china, utilizaba un material plástico defectuoso en los brazos del pedal del acelerador que le suministraba.
La portavoz de la firma, Sarah Calam, aseguró que no existen casos de accidentes o lesiones relacionados con este defecto y que se han detectado alrededor de 22 piezas defectuosas por el momento. Calam reconoce que la revisión tendrá un impacto financiero de aproximadamente 1.8 millones de euros, que no es mucho si lo comparamos a la pérdida de credibilidad de una marca que siempre destacó en sus vehículos la leyenda "Made in England".
Aston Martin V8 Vantage S
