La deportividad de BMW no está exenta de paradojas, por un lado la marca solo tuvo un modelo con motor posterior, el M1; por el otro, hace algunos años decidió hacer foco en la ecología, que normalmente está en el polo opuesto de la velocidad. La solución fue el i8, un superdeportivo híbrido con al menos un motor en la zaga.
Ahora, la marca bávara tiene planeado crear un i8 aún más veloz y para ello necesita incrementar la potencia. El camino obvio habría sido eliminar todo el peso propio de la mecánica y baterías y colocar uno de sus gruesos V8 bi turbo en la zaga, pero al parecer BMW encontró una mejor solución.
Creado para celebrar los 100 años de la compañía, el posible i9 seguirá siendo híbrido pero con motores eléctricos aún más potentes y un 6 cilindros, el doble del i8. Además, la marca buscará reducir el peso con el objetivo de lograr mejor performance, tanto en curvas como en aceleración donde espera bajar los 4 segundos en el clásico 0 a 100 km/h.
Qué suerte que marcas como BMW saben tener un acercamiento deportivo al mundo de la ecología automotriz. Para hacerte una idea del resultado inicial con el i8, buscá la prueba exclusiva realizada por Autocosmos al pie de esta nota en “El autor recomienda”.