Luego de presentar al mundo al nuevo Rey de los Muscle Cars, el Challenger Hellcat, era cuestión de tiempo para que Dodge trasplantara el absurdo V8 de 6.2 litros con 707 CV a su sedán de tracción posterior, el Charger.
El Charger SRT Hellcat se vale del mismo propulsor que entre otros datos entrega 880 Nm de torque, gracias al gigantesco compresor de 2.380 cc. Evidentemente, para manejar tal incremento de potencia se han modificado varios componentes como el block, el cual recibió un refuerzo, las cabezas de pistón y los metales internos, como así también se le adicionaron inyectores de mayor capacidad, una bomba de agua más grande y un cigüeñal de acero forjado.
Otros sistema que ha recibido modificaciones es el de enfriamiento, que ahora incorpora dos intercoolers, un radiador más grande, y enfriadores para transmisión y aceite. La transmisión por su parte es automática de ocho velocidades con modo manual (TorqueFlite HP90), así como con distintos programas de conducción: Custom (permite personalización de acuerdo al gusto del conductor), Default (Ofrece un balance entre comodidad y eficiencia), Eco (mejora la eficiencia de combustible, por ejemplo; arranca en segunda y limita las rpm), Sport (Mantiene sistemas de seguridad activados y permite disfrutar de una conducción dinámica y divertida) y Track (Libera toda la potencia del motor, abre una válvula secundaria para mejorar el sonido del motor, las asistencias electrónicas se vuelven mucho menos intrusivas y la caja permite llevar el motor hasta la zona roja del tacómetro).
El Charger Hellcat logra recorrer el cuarto de milla (402 metros) en apenas 11 segundos, mientras que su velocidad máxima llega a los 330 km/h. Tanto poder ha obligado a Dodge a montar el mejor sistema de frenos con el que cuenta, firmado por Brembo, empleando discos de 391mm con pinzas de seis pistones adelante, mientras que en el eje trasero los discos son de 370mm con mordazas de 4 pistones.
Además, este Charger Hellcat vendrá con un juego doble de llaves al mejor estilo Bugatti Veyron, una de color rojo que libera toda la potencia del motor y permite activar las configuraciones de pista, así como el Launch Control, mientras que la llave negra libera solamente (si es que se puede calificar de poco) 500 CV.
Visualmente encontramos cambios netamente orientados a mejorar el flujo de aire tanto al motor como a los frenos, el frente tiene tomas de aire enormes y el capó de aluminio cuenta con salidas para dejar escapar el calor, así como una toma central para el compresor.
Puertas adentro se destaca el tablero de instrumentos con pantalla personalizable de 7 pulgadas y la consola central con un nuevo diseño que alberga un gigantesco display táctil de 8.4 pulgadas, desde donde podemos controlar prácticamente todas las funciones del auto. El equipo de audio está firmado por Harman/Kardon cuenta con 18 altavoces y es de 900 watts. Aunque eso sí, dudamos seriamente de que tengas ganas de poner música cuando escuches el rugido del V8 bajo el mandato de tu pie derecho...
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Dodge Charger SRT Hellcat 2015
