Es sabido por todos que las carreras de autos son peligrosas, por ello se exige que los autos y los pilotos lleven muchas medidas de seguridad, al parecer y aunque los estadounidenses se ufanen de ser los más previsores, aquí hay un fiel ejemplo de que al mejor cazador se le va la liebre.
En un óvalo se improvisó una carrera de cuarto de milla, donde uno de los contendientes, por el carril de abajo de la imagen, corría con un hermoso, clásico y costoso Chevrolet Bel Air, y por el carril de arriba un Chevrolet Camaro de los sesenta también en muy buena condición. Se da la luz verde y arrancan ambos pilotos (evidentemente amateurs) el conductor del Camaro trata de controlar su auto por aplicar toda la potencia de golpe, el piloto del Bel Air piensa que el Camaro invadirá su carril y trata de evitar la colisión inminente (según su perspectiva) dando un volantazo, el Camaro recupera su carril, pero el Bel Air... ¡para que adelantarlo, mejor vean el video hasta el final!
Se darán cuenta que el ocupante del Bel Air tuvo no mucha, sino muchísima suerte de salir ileso...
Por último, una recomendación ¡Siempre usen el cinturón de seguridad!
Un clásico y hermoso Chevrolet Bel Air tiene un final inesperado