Aquí aplica un conocido refrán que reza: La basura de una generación es el tesoro de otra, pero de forma inversa. Hoy te contamos un poco la historia de una gran colección de autos perteneciente a Roger Baillon, un empresario transportista francés quien tenía la ilusión de crear un museo, un sueño que jamás se materializó.
Esperando mejores momentos para concretar su proyecto, Baillon guardó en una propiedad al oeste de Francia más de 60 vehículos de las décadas de los treinta a los sesenta, con piezas destacadas como una Ferrari 250 GT SWB 1961 que fue propiedad de Alain Delon y de la que únicamente se fabricaron 37 unidades, dos vehículos Talbot Lago T26, un Grand Sport Coupé Aerodinamyque y un T26 Cabriolet que fue propiedad del Rey Farouk de Egipto, ambos carrozados por Saoutchik, lo que los hace más raros y costosos. Entre los hallazgos en la propiedad se encontró un Maserati A6G 200 Berlinetta Grand Sport carrozado por Frua, del cual se hicieron sólo tres piezas, sumados así a una gran cantidad de vehículos antiguos de interés especial como Facel Vega, Hispano Suiza H6B Cabriolet Millon-Guiet.
Roger Bailon murió y su hijo heredó la empresa (y la colección) pero este hijo jamás demostró interés por los autos, algo que descubrieron sus herederos cuando el mismo murió.
La colección completa será vendida en una subasta dentro del marco de Retro Mobile en Febrero del 2015 en París y se espera que sobrepase los 15 millones de euros.
Disfrutá de este nostálgico video en donde los creadores muestran tal cual fueron hallados los autos.
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Video: Espectacular colección de autos abandonada.