Tener acceso a manejar autos de altas prestaciones, ya sea por cuestiones laborales o porque la posición económica te lo permite, no quiere decir que seas un piloto profesional. Por más que se presuma ser un excelente conductor, no cualquiera logra pilotar un vehículo toda velocidad sin controles de estabilidad bajo la presión de un cronómetro. Además de valor, se requiere concentración, habilidad, reflejos y experiencia.
Una prueba de lo que estamos diciendo vas a ver en este video donde varios pilotos amateurs al querer someter al máximo a sus deportivos en un track day en Castle Combe, Inglaterra, lo único que evidenciaron es que conducir en un autódromo es un trabajo duro.
La pista es el mejor juez de la capacidad los conductores