"En las últimas vueltas de la carrera me dediqué a disfrutar. Realmente no sé cuántas veces más podré hacerlo”, dijo Lewis Hamilton minutos después de ganar el Gran Premio de Rusia. Esa frase, de algún modo, tomó relevancia porque resumió lo que significó la presentación de Sochi para el inglés, quien dominó la carrera con comodidad después de tomar la punta tras el abandono del alemán Nico Rosberg, su compañero en Mercedes.
Como en la mayoría de las citas de este certamen, los pilotos de las Flechas de Plata tuvieron una diferencia notable sobre el resto. Rosberg se mostró firme desde el inicio de la actividad y la pole position ratificó su condición de candidato a quedarse con la 15ª fecha del calendario. Sin embargo, en un puñado de giros su chance de ganar se desvaneció a causa de un problema con el acelerador. Hamilton, que hasta ahí no le perdía pisada, se vio ante un escenario ideal: tomar la vanguardia sin siquiera arriesgar.
Ya al frente del pelotón, Lewis hizo lo que mejor sabe hacer. Aceleró, manejó el ritmo y ganó con una apreciable ventaja sobre sus escoltas que le permitió, efectivamente, disfrutar de esas últimas vueltas.
La victoria rusa no es una más en la campaña del británico. Se trata de la novena en el presente ejercicio y la 42ª en la categoría, algo que le permitió superar a su ídolo, el brasileño Ayrton Senna, y empardar a su actual rival Sebastian Vettel. Justamente, el piloto de Ferrari fue su escolta en Sochi, aunque en ningún momento tuvo una chance concreta de inquietarlo.
A falta de espectáculo por el primer lugar, los finlandeses Valtteri Bottas (Williams) y Kimi Räikkönen (Ferrari) y el mexicano Sergio Pérez (Force India) se encargaron de ofrecer una lucha por demás entretenida. La batalla tuvo emoción hasta el final ya que en la última vuelta Räikkönen sacó de la pista a su compatriota, quien ya se relamía con el tercer lugar. El incidente fue bien aprovechado por Pérez, que se quedó finalmente con el último escalón del podio.
Räikkönen cruzó la meta cuarto, aunque luego fue recargado y cayó al octavo lugar. Eso le permitió a Mercedes lograr el cetro entre los Constructores y dejar con las ganas a la Scuderia.
En dos semanas Hamilton tendrá la posibilidad de sentenciar el título a su favor. Tras su triunfo del domingo en Rusia, el británico lidera el torneo con 302 puntos, 66 más que el segundo, la Ferrari del alemán Sebastian Vettel.
Para conseguir en Austin su tercer título, Hamilton tendría que acabar la carrera con 75 unidades de ventaja sobre el segundo en la clasificación. Si no lo logra, aún le quedarán los Grandes Premios de México, Brasil y Abu Dabi.
A continuación, las cuentas de Hamilton para coronarse en Estados Unidos. El británico será campeón en Austin...
- Si gana y Vettel termina tercero o peor.
- Si es segundo y Vettel no supera la sexta posición y Rosberg no pasa de la tercera.
-Si es tercero y Vettel no supera el séptimo lugar y Rosberg queda fuera del podio.
- Si es cuarto y Vettel termina noveno y Rosberg quinto.
- Si es quinto y Vettel acaba décimo o peor y Rosberg no mejora la sexta posición.
Fuente: CORSA