El SLK es un modelo de corta historia, pero icónico ya que fue uno de los primeros convertibles con techo duro del mundo. Luego de dos generaciones, ahora la tercera encarnación del roadster compacto cambia de nombre para adecuarse a las nuevas denominaciones de la marca y recibe una serie de actualizaciones estéticas, de equipamiento y mecánicas.
Lo primero que se aprecia en el SLC es el cambio de detalles respecto del SLK, hay nuevos paragolpes, faros, tapizados y decorados. En seguridad suma (de serie u opcional dependiendo de la versión) faros Full LED autoadaptativos y el COLLISION PREVENTION ASSIST PLUS con detección de obstáculos y aviso de cambio involuntario de carril, mientras que en confort aparece un nuevo equipo multimedia con pantalla de 7” (Vs. Las 5.8 del SLK) todo tipo de conectividad incluyendo acceso a internet. Completa el nuevo display de 4.5” en el cuadro de instrumentos.
Otra de las novedades del SLC es la paleta mecánica con un 1.6L de 156 CV (SLC 180), un 2.0L de 184 o 245 caballos (SLC 200 y SLC 300 respectivamente), un 3.0 V6 de 367 CV para el AMG SLC 43 y un 2.2L TDi de 204 CV para el SLC 250 d. Las transmisiones son manual de 6 o automática -9G-Tronic- de 9 cambios.
Dinámicamente conserva el sistema DYNAMIC SELECT que altera parámetros de dirección, acelerador, caja y suspensiones según 4 programas: Comfort, Sport, Sport+, Eco e Individual. Además, se ofrece el Dynamic Handling package con suspensión regulable 10 mm más baja y el Dynamic Cornering Assist que trabaja como diferencial autoblocante. En el caso del AMG se puede pedir un diferencial de deslizamiento limitado y el denominado AMG RIDE PACKAGE para las suspensiones.
El nuevo Mercedes-Benz SLC tiene nuevo nombre, pero conserva a sus viejos competidores, los Audi TT y BMW Z4. ¿Cuál es tu roadster Premium favorito?