Más vale prevenir que curar dice la frase, y en términos de accidentes viales la prevención es ley. Un caso puntual es la cantidad de siniestros que se dan cuando la lluvia o la nieve se forman una capa de agua mayor a la que el neumático puede desplazar (aquaplaning), facilitando la pérdida de control del vehículo.
El futuro Técnico en Mecánica de la Universidad de San Martín (UNSAM), Lucas Horne de 22 años, vio una necesidad y encontró una forma de poder prevenirla desarrollo un dispositivo que te permite pasar por la experiencia de sentir en tu auto lo que sucede en el aquaplaning, pero en condiciones controladas.
A diferencia de los simuladores hidráulicos este sistema es más sencillo, ya que al ser mecánico, con palancas y actuadores que solo requieren energía eléctrica (de la batería del auto), se finge la falta de adherencia al suelo de forma independiente en cada eje. Esto le permite ser utilizado en cualquier tipo de vehículo, y no solo en camionetas como los demás simuladores.
Al mismo tiempo, este dispositivo despliega una velocidad máxima de 30 km/h, y así elimina la posibilidad de vuelco, a la vez que no requiere una superficie tan extensa para hacer la prueba. Lo anterior, sumado a los cuatro puntos de apoyo que se encuentran lejos del centro de gravedad del auto, lo vuelven más seguro.
Utilizando materiales estandarizados y los comandos eléctricos industriales, la realización del dispositivo es íntegramente de producción nacional (caños cuadrados de construcción, malacates eléctricos y ruedas de avioneta), y por eso ya fue presentado en el Centro Argentino de Seguridad, y a su vez forma parte del entrenamiento para personal de fuerzas de seguridad pública y privada.
¿Experimentaste alguna vez la pérdida de control de tu auto por aquaplaning?