Aunque los autos eléctricos ganan cada vez más terreno, el principal obstáculo que enfrentan estos vehículos es el tiempo de carga y la autonomía. Frente a ello, las marcas han buscado diversas formas de solucionar estos problemas, como por ejemplo, la de Ford en su Focus eléctrico, parte del megaproyecto ecológico de la empresa estadounidense.
Recientemente lanzado en el mercado europeo, y con presencia en EE.UU. desde 2011, el nuevo Focus es capaz de recargarse en un 80% en solamente 30 minutos con cargadores de alta velocidad, mientras que con uno estándar, la carga completa dura cinco horas. Esta nueva batería de carga rápida es además más potente, ya que genera 33,5 kW para alimentar un motor de 145 caballos. También equipa un sistema de calentamiento y enfriamiento neto que permite una reducción del consumo eléctrico.
La autonomía del Focus es otro de los puntos altos del vehículo, porque permite 225 Km cuando la batería está cargada al 100%. Si bien no es un auto de trayecto largo, esa cifra es de gran utilidad en las calles de las capitales europeas.
Conscientes de las desventajas de este tipo de auto, Ford junto a marcas de todo el mundo están trabajando en la creación de una red de estaciones de carga ultrarrápida en todo el viejo continente. La expectativa inicial es ambiciosa, ya que planean 400 de este tipo de estaciones de servicios en la primera etapa.